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Vecinos de Sierra Bermeja participan en talleres para gestionar emociones tras el incendio

Entre los niños destaca el vivo recuerdo que tenían de los trabajos realizados por bomberos, Protección Civil e Infoca

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  • La Diputación realiza talleres en los municipios afectados por el incendio en Sierra Bermeja para gestionar sus emociones. -

La Delegación de Igualdad, Servicios Sociales y Familias de la Diputación de Málaga ha desarrollado un proyecto de evaluación de las consecuencias en la salud mental de las personas tras el desalojo sufrido el pasado mes de septiembre a consecuencia del incendio en el paraje natural de Sierra Bermeja.

Un total de 186 adultos y 57 niños de los municipios malagueños de Alpandeire, Faraján, Genalguacil, Jubrique, Júzcar y Pujerra, han trabajado con un equipo de psicólogos en tres aspectos principales para una correcta regulación emocional a través del desahogo y mediante el aprendizaje de estrategias de afrontamiento adecuadas.

La diputada de Igualdad, Servicios Sociales y Familias, Lourdes Piña, ha explicado que tanto en la intervención como en las evaluaciones se han tenido en cuenta los aspectos que, dentro de la patología psicológica, se consideran más relevantes tras una catástrofe, como el estrés postraumático y el tipo de respuesta que una persona tiene ante una situación conflictiva y como se enfrenta a ella, así como la gestión de emociones.

Tras los talleres se ha confirmado que los participantes frontan de mejor manera lo sucedido en Sierra Bermeja tras haber compartido sus vivencias, ahora comprenden mejor la importancia de la salud mental y su correlación con la salud física y las relaciones sociales.

Además, los talleres han conseguido aumentar la cohesión de los grupos de cada municipio y fomentar una red de apoyo social entre ellos. Asimismo, reconocen ser más capaces de reconocer e identificar sus emociones y de establecer estrategias de afrontamiento más adecuadas a partir de ahora.

Piña ha explicado que gracias a este proyecto se ha fomentado la rehabilitación, recuperación y prevención del individuo dentro de su contexto social y rural, se han trabajado los recursos de afrontamiento para promover el desarrollo cognitivo, conductual y social de los afectados y ayudarlos a retomar lo antes posible los roles y funciones que cada persona tenía antes del incendio.

Por tanto, la diputada ha agradecido a la empresa que se ha encargado de prestar este servicio, Eulen Servicios Sociosanitarios y a los ayuntamientos colaboradores, así como a las asociaciones de los municipios afectados

La evaluación inicial consistió en entrevistas con los alcaldes, representantes municipales, asociaciones y vecinos afectados para evaluar la situación emocional en la que se encontraban. De estas primeras reuniones se extrajo que su mayoría presentaban tipo de afrontamiento evitativo, predominando emociones como ira, frustración e impotencia en adultos.

En cuanto a los niños, estos utilizaron estrategias de afrontamiento diferentes, regulando mejor sus emociones, destacando el vivo recuerdo que tenían de los trabajos realizados por bomberos, Protección Civil e Infoca.

En una segunda fase se llevaron a cabo intervenciones grupales, un total de 26 talleres con una duración total de 208 horas en las que se trabajaron diferentes técnicas y metodologías como la terapia narrativa, el 'roleplaying', la técnica del árbol de la vida y diversas técnicas de relajación, entre otras. Además, para los menores de 15 años se desarrollaron talleres adaptados a sus características.

Por último, la diputada ha incidido en este proyecto ha puesto de manifiesto la importancia "de comprender el papel de la salud mental en nuestras vidas y cómo es necesario derribar las barreras iniciales que existen".

"En todos los municipios en los que se ha intervenido, la participación ha aumentado a medida que se ha ido percibiendo la utilidad de los talleres. El boca a boca ha conseguido que la gente comparta su experiencia positiva en las diferentes sesiones y que paulatinamente el número de asistentes se fuera incrementando", ha relatado Piña.

De hecho, ha explicado que la percepción inicial era que las personas no necesitaban apoyo psicológico, porque no se habían visto afectadas emocionalmente, pero a lo largo de las sesiones se ha observado que existía un alto grado de emociones negativas que debían gestionar para poder superar. "En muchos casos --ha recordado-- las personas no querían oí hablar del fuego, pero ese estilo de afrontamiento evitativo debe ser trabajado para regular las emociones vividas cada vez que se recordaba el evento catastrófico".

Teniendo en cuenta los resultados de este proyecto, centrado en la intervención inmediata tras el evento catastrófico, desde la Diputación ya se está trabajando en otro proyecto en la zona que tenga un alcance más amplio y mayor continuidad en el tiempo.

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