La Guardia Civil ha detenido e investigado a 18 personas en Euskadi y ha desmantelado una red dedicada al traslado ilícito a África de chatarra electrónica que pasaba los controles como si fueran artículos de segunda mano, por lo que los residuos no recibían el tratamiento adecuado.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detectado el envío de más de 10.000 toneladas de residuos y movimientos de capital superiores al millón y medio de euros, y acusa a los implicados de traslado ilícito de residuos, contrabando, pertenencia a grupo criminal, apropiación indebida y blanqueo de capitales, entre otros.
La red criminal fue detectada gracias a la labor de control de Seprona sobre traslados transfronterizos de residuos. Los agentes localizaron varias parcelas valladas en las afueras de Vitoria en las que se acumulaban grandes cantidades de todo tipo de residuos en distintos grados de conservación.
En estos emplazamientos se encontraron, entre otros materiales, neumáticos al final de su vida útil, vehículos a motor, bombonas de gas, y aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). De este último tipo de residuo, que es muy contaminante, se han contabilizado 500.000 kilogramos transportados ilegalmente.
La investigación permitió descubrir que un grupo de personas de origen africano sacaban del circuito legal cantidades "ingentes" de residuos, principalmente eléctricos y electrónicos, y los acumulaban en distintas localizaciones a la intemperie.
Los residuos eran introducidos en grandes contenedores de transporte marítimo y conducidos por carretera en camiones hasta el puerto de Bilbao para ser llevados hasta Nigeria, Ghana y Guinea Ecuatorial fundamentalmente.
De manera paralela se tramitaban las autorizaciones de salida a través de la Aduana de Almería, donde eran declarados como artículos de segundo mano para poder eludir los controles aduaneros y poder así ser transportados a África como chatarra electrónica.
Esta descentralización en las operaciones aduaneras dificultaba en gran medida que la mercancía fuese fiscalizada, saliendo sistemáticamente todas las semanas desde Bilbao sin ser inspeccionados los contenedores, ha informado la Guardia Civil en una nota.
En esta operación se han efectuado siete registros a distintas sociedades mercantiles y naves en toda España. La investigación arroja resultados de los últimos cuatro años pero se han obtenido indicios de que el grupo criminal hacía exportaciones ilegales desde al menos hace nueve años, por lo que la investigación continúa abierta.
En estos registros se localizaron grandes cantidades de distintos tipos de residuos peligrosos listos para ser enviados a la costa africana. Así se han hallado cerca de un millar de bombonas de gas butano y propano almacenadas en dos naves y en sendos contenedores de transporte marítimo. Estos contenedores fueron retenidos en el puerto de Bilbao cuando iban a ser cargados en un barco.