Si dos personas se desmayan durante las extracciones que se llevan a cabo en el centro de salud Puerta de Tierra I, solo uno podrá ocupar una camilla. Los profesionales sanitarios no podrán acomodar al otro usuario en un sillón porque el espacio, ocupado por sillas y brazos portátiles a primera hora de la mañana, se usa como sala de curas posteriormente.
No es el único problema que sufren las instalaciones, bien servidas de personal, pero de insuficientes metros cuadrados para dar servicio a toda la población comprendida desde las Puertas de Tierra hasta la calle Trille, con pacientes de Bahía Blanca, San Severiano, parte de la barriada de la Paz e incluso de las avenidas de la Sanidad Pública y de Las Cortes.
Los enfermeros solo disponen de tres consultas. El resto es para los médicos, aunque dos de ellas no tienen siquiera aire acondicionado. Si hay una urgencia, se para la sala de curas, con retrasos de hasta una hora para aquellos usuarios que tienen una cita concertada.
Los auxiliares de enfermería, por su parte, no tienen una ubicación concreta. El trabajador social, la enfermera gestora de casos y la psiquiatra tampoco encuentran, en ocasiones, espacio para atender los dos días que están disponibles.
Los minúsculos vestuarios de los trabajadores, sin ventilación, y el uso de la sala de reuniones para desayunar y trabajar con ordenadores, completan la lista de despropósitos.
Según indican los profesionales sanitarios, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se ha planteado hacer obras para contar con otras dos consultas, pero eso supondría sacrificar la sala de espera, de manera que los pacientes tendrían que aguardar turno en la calle.
La solución pasa, apuntan, por una nueva ubicación que permitiría atender de menra digna y podría ahorrar el coste del local, que es alquilado. La administración solo responde, dicen, que está buscando alternativas.
