Para esta organización, el panga y la perca han entrado "con fuerza" en los hábitos de compra y consumo españoles, sobre todo, en comedores colectivos donde a veces se sirven como filetes de lenguado o mero pero, tras sospechar de la presencia de posibles contaminantes ambientales por si producción "intensiva" y zonas donde se localiza, la OCU analizó 23 muestras de panga (17 congeladas y seis frescas) y otras seis de perca con la citada conclusión.
Se trata de dos pescados de agua dulce y criados en acuicultura que proceden de países lejanos: el panga se cría en el río Mekong (Vietnam) y la perca habita en el lago Victoria en África.
Restos contaminantes
En concreto, en cuatro de las muestras de panga se encontró la trifluoralina, un herbicida prohibido en Europa mientras que en los filetes de perca no se encontraron plaguicidas.
También detectaron mercurio en nueve de las 29 muestras de panga y perca analizadas. Las cantidades de mercurio no superan el límite legal de 0,5 mg/Kg pero, en algunos casos, sí alcanzaron la mitad de esa cifra. A juicio de la OCU, se debería "reconsiderar" la lista de los pescados que se suelen considerar como fuente de mercurio, como el atún o el emperador, tras estos resultados.
"Teniendo en cuenta que estos pescados se sirven en comedores escolares y los niños pueden llegar a comerlos varias veces por semana, al final la ingesta de mercurio puede llegar a ser significativa", subraya la OCU.