La talla de la Virgen del Rocío de la Iglesia de San José de la capital se llevó ayer la peor parte del robo cometido por un joven tras la misa de las nueve de la mañana en el que se hizo presuntamente con los anillos que llevaba la imagen en su mano derecha. Tras asistir a la eucaristía, el chico aprovechó el momento en el que los feligreses abandonaban el templo y los sacerdotes recogían para subirse a un banco y coger las citadas joyas.
Las prisas acabaron jugándole una mala pasada y al apropiarse de los anillos y tirar, acabó rompiendo el brazo derecho la imagen y el rosario que portaba. Ello no impidió que cogiera el botín y saliera de la iglesia para no despertar sospecha, huyendo en un patinete eléctrico.
Fue en vano, varios testigos contaron luego que le vieron subir al banco y salir de la parroquia gaditana “con normalidad”. Así lo contaba ayer a Viva Cádiz el padre Alfonso, que quitó hierro al asunto y calificó el episodio como un “hurto normal”, tras descartar que la apariencia del joven les hubiera hecho sospechar de los acontecimientos que vinieron luego.
“Era un chico normal, que participó en la eucaristía. No es de aquí, ni lo hemos visto otras veces por aquí, pero tampoco había levantado sospechas, aunque es verdad que luego nos extrañó que se pasara tanto tiempo sentado en el banco”, manifiesta, tras asegurar que desconoce el valor de las joyas sustraídas y el el coste que supondrá la restauración de la imagen, que ya ha sido retirada al culto.
La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer los hechos e identificar al presunto autor, de unos 30 años, y ha solicitado las imágenes del circuito de cámaras con el que cuentan las dependencias religiosas para tratar de localizarlo. Los agentes también pedirán un informe de la restauradora a la que han llevado la imagen para evaluar los daños y, en función de la denuncia, el tipo de delito que se le imputará al autor.