Tanto la asociación Somos+ como la plataforma Soy Capaz comentan que conseguir la plena accesibilidad en un municipio es una tarea ardua y que ésta sólo se puede alcanzar con constancia y con políticas participativas. No obstante, ante las declaraciones de las autoridades municipales en el contexto de la propuesta de Rota en la Feria Internacional del Turismo, las cuales aseguraban que en Rota se está trabajando "para que la gente se mueva con comodidad, con facilidad y que tenga accesibilidad para llegar a todos los sitios y disfrutar de la amplia oferta que ofrece", Soy Capaz y Somos+ con el respaldo de los partidos locales Verdes EQUO, Izquierda Unida, Podemos y Adelante Andalucía no han dejado escapar la oportunidad de señalar cuáles deberían ser las líneas de trabajo prioritarias para hacer de Rota un municipio mucho más accesible de cara al turismo, centrándose básicamente en las playas y el pinar, los dos principales entornos y reclamos turísticos de Rota, y sin olvidar la ocupación y uso de la vía pública.
En primer lugar analizan los accesos al paseo marítimo de la playa de La Costilla, desde el espigón hasta la urbanización de Virgen del Mar proponen la instalación de plataformas elevadoras o ascensores en sustitución de algunas de las escaleras que desembocan en el paseo marítimo.
En segundo lugar comentan la necesidad de invertir en el acceso a la playa de la Costilla por la plaza Jesús Nazareno, ya que pesar de contar con rampas y marcas podotáctiles, supone un riesgo de caída para muchas personas con deficiencias visuales debido al propio diseño de la rampa, ya que no se diferencian bien los cambios de nivel entre la rampa y los escalones. Por tanto, proponen instalar una barandilla y además pintar los bordes de los escalones para poder diferenciar las diferentes alturas.
En tercer lugar, aunque aplauden la inversión por parte del Ayuntamientos en nuevos elementos adaptados como muletas, hamacas o vehículos anfibios para facilitar el acceso a la lámina de agua y el baño, reclaman que que no haya restricciones ni limitaciones de tiempo para su uso, ya que a día de hoy las personas que disfruten del servicio que Protección Civil les brinda para puedan entrar y salir del agua usando los vehículos anfibios, solo pueden bañarse durante media hora.
En cuarto lugar, centrándose en los pinares, solicitan la instalación de unas pequeñas guías adosadas a las plataformas que puedan facilitar la continuidad del desplazamiento a personas con restos de visión o invidentes y así alertar de los límites de las pasarelas y con ello evitar posibles caídas.
En quinto lugar, señalan la elevada pendiente que tienen algunas de las pasarelas del pinar, lo cual dificulta que personas en silla de ruedas puedan desplazarse por allí. Por tanto consideran necesario que durante el recorrido de las pasarelas se señalen aquellos puntos que puedan resultar más críticos advirtiendo e informando con paneles sobre los porcentajes de inclinación de dichas pendientes y que al mismo tiempo se pueda contar con pequeños tramos de pasarelas menos inclinadas que puedan ofrecer alternativa de continuidad al paseo.
En sexto lugar, también animan al Ayuntamiento a que pueda dar solución de acceso para personas con movilidad reducida al mirador del polvorín situado en el recorrido en las cercanías del jardín botánico “Celestino Mutis”.
En séptimo lugar, han detectado un punto negro en las inmediaciones del nuevo parque y aparcamiento de La Forestal. Se trata de la falta de continuidad desde la acera hasta la rampa de madera que da acceso a la pasarela de madera y el escalón a salvar para poder acceder a esta, siendo la solución que se propone por parte de los colectivos la colocación de una plataforma de madera a nivel para permitir que sillas de ruedas o scooters eléctricos puedan tener continuidad en el desplazamiento y no queden sus ruedas hundidas en la arena.
Por último, hacen hincapié en la necesidad de controlar la ocupación de aceras y espacios públicos con mesas y veladores por parte de bares y cafeterías, ya que aseguran que esto dificulta en muchos casos el paso a personas en sillas de ruedas, con andadores o familias con carros de bebé, e incluso impide que personas invidentes puedan seguir las marcas podotáctiles que les orientan y facilitan sus desplazamientos en la calle.
