¡Yupi! Aunque usted piense que llevamos en campaña desde hace meses, lo cierto es que es hoy cuando da comienzo la carrera electoral de cara al 28 de mayo. El objetivo: lograr la Alcaldía de Barbate. Y como soy un apasionado de la política, estos tiempos me molan cantidubi… como dicen los modernos.
Un servidor hace tiempo decía que no aceptaría entrar por la cara en el Consistorio, pero quillo, visto lo visto, dada la calidad moral reinante, y con lo que jalan mis dos niños, estoy abierto a sobornos y enchufesUn servidor lleva notando la tensión desde hace algún tiempo. De hecho, ya he tenido roces y llamadas y críticas. Ya saben eso de que nunca llueve a gusto de todos. Aunque alguno no se lo crea, me han tachado de todo. Pero de todo. Resulta que para algunos soy un andalucista, para otros un socialista. También me han comentando que se me ha visto muy cariñoso con gente que va en la lista del PP. Pero si es por cariño, al que más veces he abrazado en estos últimos meses ha sido a Carlos Llaves y si ven mi registro de llamadas verán que me llevo bien con Andrés Varo. No soy de IU porque aún no conozco a su candidata. En fin, lo de siempre. Lo diré una vez más: de cada lista electoral, pues habrá tres o cuatro de los 21 más suplentes que me caigan bien independientemente de sus siglas.
Lo cierto es que hay tensión pero los políticos y políticas, los palmeros y palmeras, tienen que saber que tras el 28 de mayo un servidor, si nadie me llama para enchufarme en el Ayuntamiento, seguirá trabajando para la empresa con la que llevo más de veinte años cotizados. Un servidor tratará de seguir manteniendo en las calles, en la web y en las redes sociales (con más de 22.000 seguidores) el proyecto de su vida como es este Viva Barbate. Y no es tarea fácil y por supuesto que nos viene bien que las administraciones públicas echen una mano a través de la publicidad. Mantener un periódico en Barbate (en Vejer, en Conil y en cualquier sitio) requiere esfuerzo y pasión. Y os aseguro que no da para forrarse pero sí para vivir en el sitio donde quiero morir.
Un servidor hace tiempo decía que no aceptaría entrar por la cara en el Consistorio, pero quillo, visto lo visto, dada la calidad moral reinante, y con lo que jalan mis dos niños, estoy abierto a sobornos y enchufes. Ya lo dije hace un tiempo, mi dignidad está de oferta y además soy una máquina en lo mío.
Dicho esto, mi ideología se centra en tratar de ser la mejor persona posible dentro de lo horrible que soy en realidad. Mis siglas políticas se traducen en no hacer a los demás lo que no me gusta que me hagan. Mi bandera es aguantar, aguantar, aguantar y si aún siguen tocándome los huevos, soltar la hostia más grande posible. Odio el enfrentamiento, pero no soy un cobarde. Si pierdo, me jode, si gano, me arrepiento del dolor causado. Por eso, odio el enfrentamiento, las peleas y las bullas. Mi lema, mi único lema es trabajar para darle una vida digna a mis hijos. Y si lo conjugo con llevar la cabeza alta y decir lo que siempre pensé que debiera decir, pues de lujo… mola radiola. Insisto, mis defectos y mis vicios y mis infiernos, mis virtudes, mis bondades y mis verdades no cuajan dentro de un partido.
Y sí, mi trabajo a veces conlleva hacer cosas que uno no quiere. Como cuando tengo que informar sobre una operación contra el narcotráfico o sobre corrupción. Como cuando tengo que publicar, como ocurre ahora en campaña, información sobre las promesas y proyectos de los distintos partidos políticos. Pero eso va entrecomillado. Si un candidato promete “un puente de oro” que nos una con África o “doscientos hoteles sobre mi calva”, el que miente es él, no yo. Es mi trabajo poner lo que ellos dicen y el trabajo del lector es creérselo o no. Por mi parte, llevo años en esto y soy de los que piensan que de lo que ves, créete la mitad, y de lo que no veas no te creas nada. Pero mi trabajo también tiene un lado maravilloso como es contar y narrar y hablar de las muchas maravillas de este mi pueblo, de sus gentes, de su cultura, de su historia… Es decir, mi trabajo es como el resto de trabajos. Si regentas una carnicería, pues atiendes a clientes que son buenos y a clientes que no lo son. Le vendes carne al del PSOE, al del PP, al de AxSí, a IU, a Carlos Llaves y a Andrés Varo (al de Vox no jajajajajaja, es broma).
Y sí, hay tensión, y lo siento, pero debo decirlo. Hay tensión porque son los políticos y políticas los que se juegan muchas cosas más allá de su amor declarado por activa y por pasiva por el pueblo. Muchos de ellos se juegan dinero, un trabajo, una nómina, un sueldo, tener poder e influencia, y también tener capacidad para llenar estómagos agradecidos… y eso mola cantidubi porque, joder, ocho partidos optan a la Alcaldía de un ayuntamiento que al parecer es una ruina y que solo da quebraderos de cabeza. Pues qué quieren que les diga, algo bueno tendrá para que tantas personas quieran sentarse en ese sillón, incluso partidos que ya lo han probado como el PSOE, el PP o AXSÍ, quieren repetir.
Bueno, pues lo dicho… con los kilos que he ganado, los pelos que he perdido y con dos niños que abren el pico cual polluelos en un nido, yo también quiero ser un estómago agradecido y me da igual el partido que me abra esa puerta (bueno, todos menos Vox, jajajajajaja… es que soy moro, pobre y con un lado femenino muy acentuado).
PD: Lo único que importa, y en eso estarán de acuerdo todas las fuerzas políticas, es que lo que ocurra el 28 de mayo sea lo mejor para el pueblo, incluso si a los vecinos y vecinas les da por votarme a mí, un ser sobornable, corrupto pero os lo juro por mi culo, buena persona y honesta conmigo mismo.
