“Harto ya de estar harto ya me cansé”, así comenzaba una canción de mi admirado Joan Manuel Serrat y así estoy yo de ver mi cara o mi nombre en bocas de cobardes ocultos tras las barreras de la impunidad que te ofrecen las redes sociales; incapaces de hacer daño de manera frontal o en un juzgado y limitándose a tirar mierda sobre personas que, por su trayectoria personal y profesional ofrecen, pocas dudas y mucha admiración por ser como son. Tal vez el mentiroso/a que tras nombres falsos habla en foros y perfiles de Facebook, si diese su nombre saldrían sus heridas del pasado, afortunadamente de los fotogénicos de la pasada semana, podemos presumir de que no nos han echado de ningún trabajo, ni de ningún colectivo asociativo, ni hemos hecho viviendas ilegales, ni se nos han condenado por ningún delito, nuestro único pecado ha sido el ser simpatizantes o militantes de un color político que no es afín al del cobarde firmante del artículo.
Desde esta columna siempre he procurado ser respetuoso con todas las opiniones, y si alguna vez no lo fui, vayan mis disculpas por delante. Pero uno se cansa de que hablen de mi contratación en este Ayuntamiento, como ya lo hicieron cuando trabajé fuera de Barbate, y es que parece que no tengo derecho a trabajar por ser andalucista, eso sí, todo se va por la boca porque rara vez pasan por los juzgados estas acusaciones y si lo hacen, se dan de bruces contra la realidad. Sí, soy de Andalucía por Sí (AxSÍ) y antes del Partido Andalucista, no he matado, ni robado, solo he prestado mi apoyo al partido del actual alcalde, como uno 80% de los votantes del 2019. Antes de entrar en política, yo era una persona que no tenía problemas con nadie, entré en política y me he ganado una cantidad de enemigos sólo por apoyar un color político, mientras que curiosamente mis críticos se auto proclaman como republicanos o demócratas, nada más lejos de lo que considero un demócrata o a un republicano.
He evitado entrar en estas batallas absurdas, pues el cobarde o cobardes volverán atizarme en su campo de batalla, y nuevamente encontrarán mi silencio por respuesta. Me han dicho que soy enchufado, que gano 5000 euros al mes y no sé cuántas sandeces más. Cuando estaba en el paro, había una mujer que me decía “el chiquillo de Barbate educado y preparado y tienes que irse a fuera con los sinvergüenzas que hay ahí metidos”. Ahora que trabajo en ese lugar, porque busqué una profesión que había que cubrir por Ley en todas las administraciones públicas, que estaba vacante en mi Ayuntamiento, la misma mujer que antes se compadecía de mí, me dice enchufado. Sólo diré que empecé a trabajar en este Ayuntamiento cuando la Alcaldía estaba en manos del Partido Popular, que luego trabajé con el Gobierno del PSOE, pero es ahora cuando me dan los palos.
Me he planteado, y así se lo he dicho a mis compañeros que estas elecciones serán las últimas en la Coordinadora del AxSí. Dejaré la política activa para centrarme en mi trabajo, mi familia y mis proyectos personales, lo único que pido es que me dejen en paz. Que yo no me he presentado nunca a ningunas elecciones, ni pienso hacerlo, que no voy a cambiar, que los que han cambiado han sido otros, no yo, y que lo único que pido es que se me respete a nivel personal como yo he tratado de respetar siempre a todo el mundo. Curiosamente, cuando terminé mi contrato en Los Barrios, me enteré que dos funcionarios de plantilla de este Ayuntamiento fueron a espaldas mía, a hablar con el entonces alcalde de esta localidad para que me hiciera un contrato y no me fuese de allí. Que triste es ver que, en mi pueblo, haya algunos que intenten obviar el trabajo que hago. Y sí, hable de mis colores políticos porque lo único que aportan estos señores y señoras representantes de la política más cobarde a la vida pública es odio y crispación, y con esas actitudes nunca se fue a ningún sitio.