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España

Una consejera de Deportes para Chaves

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El presidente Chaves siempre ha tenido un seguidismo servil con respecto al Gobierno de Zapatero. En Andalucía hubo crisis cuando lo dijo Madrid, se debatieron las medidas contra la recesión en el Parlamento autonómico cuando lo hizo Madrid, así que tendremos Consejería de Deportes cuando ZP tenga su nuevo ministerio que será para la próxima remodelación de su Gobierno.

Al nuevo Ministerio de Deportes se comprometió ante una sugerencia planteada por el capitán del equipo de tenis, Emilio Sánchez Vicario, durante la recepción ofrecida en la Moncloa al equipo que ganó la Copa Davis en Argentina. La creación de un ministerio exclusivo para el deporte implica desgajarlo del que actualmente se encuentra enclavado, que es el de Educación, Política Social y Deportes. Además, habrá que reformar la Ley del Deporte de 1990. Al amparo de esta normativa se regulaban todas las acciones del Estado con respecto a esta actividad. También habrá que cambiar la legislación autonómica para acogerse al nuevo organismo ministerial creado. En estas transformaciones legislativas, la Junta de Andalucía aprovechará para continuar con su seguidismo a lo dictaminado en Madrid, con lo que tendrá que fracturar la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte.

La ocurrencia de crear un nuevo ministerio, el Ministerio de Deporte, ha sido sin duda una improvisación más de las muchas que perpetra Rodríguez Zapatero, instalado por fin en su gran papel, el de sátrapa capaz de cambiar la realidad con la varita mágica del BOE. Se merece todos los sarcasmos que le han caído encima. Ahora bien, las ocurrencias de Rodríguez Zapatero no suelen limitarse a eso, y ésta, a lo mejor, tampoco. Obviamente, ha querido rentabilizar políticamente los éxitos de los deportistas españoles de la primera manera que se le ocurre a un socialista, como es estatalizándolos, pero también ha tenido que tomar nota de lo ocurrido con los éxitos de nuestros deportistas, en particular de la expresión de patriotismo a la que están dando lugar. El patriotismo se puede castigar y reprimir en la enseñanza, en la vida intelectual, en la esfera política, pero a menos que quiera intentarse un mecanismo totalitario clásico, no se podrá expulsar completamente de la esfera pública. Todo en las modernas naciones acaba girando en torno a esa lealtad, que a muchos les parece primitiva y a otros, entre los que me cuento, extraordinariamente sofisticada y valiosa, además de peligrosa para cualquier totalitarismo, ya sea clásico o postmoderno.

Así que Rodríguez Zapatero, sin duda consciente de esa demanda de la nación que se ha venido expresando espontáneamente en los últimos tiempos, ha decidido darle carta de naturaleza de la forma menos costosa posible en lo político y lo ideológico, como es la de un Ministerio del Deporte. Recordemos las plazas y calles inundadas de banderas españolas con ocasión del triunfo de la selección española en la última competición europea.

La notoriedad del deporte español está consolidada y no requiere de la creación de este ministerio que actualmente idean en el PSOE personalidades, entre otras, como la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, pero es precisamente la relevancia de los éxitos de todo tipo lo que empuja a Zapatero a realizar estos cambios y así, si continúa la racha, contar con la plataforma con la que arrogarse los triunfos de nuestros deportistas.

España se convertirá en el único país europeo con un ministerio específico de Deportes cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo instaure, según anunció ayer, tras una remodelación de su gabinete. En los demás países está incluido, en el mejor de los casos, en una denominación global que acoge otros ámbitos de actuación, y casi siempre en último lugar.

Ni siquiera tiene un ministerio específico de Deportes Australia, un país con excelentes resultados olímpicos y en el que España se mira. El departamento se llama de Juventud y Deportes, con Kate Ellis como ministra, y antes recibía el nombre de Artes y Deportes.
Zapatero I en la creación de un Ministerio de Deportes.

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