Hoy conocíamos que el IPC aumentó un 0,2% en septiembre en relación al mes anterior y elevó nueve décimas su tasa interanual, hasta el 3,5%. Sin duda, la subida de precios en practicamente todos los servicios que un ciudadano normal consume, como la cesta de la compra o la gasolina, es algo que viene preocupando y mucho. Pero Almería, esta viviendo además una cuestión que puede parecer secundaria, pero en realidad es algo que para muchos está rompiendo con la esencia de la ciudad, como son las cálsicas tapas.
Para cualquier almeriense era común salir cualquier día a 'tapear' encontrándose en un porcentaje muy alto de bares la tapa con la bebida a 2,5€. en algún caso podía subir algo, o alguna en concreto podía tener un suplemento. Pero desde unos meses hasta ahora, los precios están superando ya los 3€, poniendo suplemento prácticamente a todas las tapas y en algunos caso, incluso obligando a pedir ración.
La cuestión, además, es que no solo no se mejora o la calidad o la cantidad para justificarlo, sino que muchos almerienses reclaman que además se están reduciendo las cantidades y la calidad, para esos precios, deja mucho que desear.
Así, Almería está viviendo un proceso extraño, en el que algo tan característico como tomarse una 'cervecilla' el fin de semana, lo que la mayoría de almerienses solía hacer, se está convirtiendo en algo que te tienes que pensar, que dejas para ocasiones especiales o que directamente has tenido que eliminar de tu rutina.
Es entendible que la subida de precios afecta a todo el mundo, inlcuido los propios propietarios de los bares almerienses, pero también es cierto que subiendo los precios, se provoca que muchas personas dejen de ir de tapas y por tanto, de consumir y en una ciudad como Almería, quizá eso, no es lo más recomendable.