La polémica ha rodeado la actual edición del festival, que inició su andadura en los años ochenta, después de que el Ayuntamiento de Granada redujera su aportación económica en los dos últimos años.
El presidente de la Asociación de Vecinos del Zaidín-Vergeles, Antonio Ruiz, manifestó ayer, que pese a que se barajó desde la organización cobrar una entrada simbólica, finalmente se mantendrá la gratuidad.