De resaca copera tras el partido en Chapín, la Roteña encaró su compromiso liguero ya de regreso en el Manuel Bernal. Otra vez ante el Jerez Industrial, el líder de la categoría, que planteó un partido realmente exigente en la Copa Andalucía y, ahora, volvió a hacerlo en el feudo rojillo en el segundo choque consecutivo entre los dos equipos, de los tres que tendrán lugar en cuestión de apenas siete días. Con planteamientos renovados para dosificar esfuerzos y minutos cargados sobre las piernas, ambos equipos presentaron unos onces distintos a los que saltaron sobre el césped de Chapín. Hasta cuatro cambios, en el caso de la Roteña. Jairo Ruiz volvió a ocupar la portería en sustitución de un Luis que completó una actuación sublime en la Copa, Raúl asumió la banda derecha y Luis Lara regresó a la doble punta del ataque para acompañar a Álex Expósito. Álex Parra, por otro lado, ocupó un puesto en la titularidad ante su ex equipo. Álex Valero, otro ex industrialista de la plantilla, no pudo ser de la partida por el contrario tras su expulsión en el último encuentro de liga ante el San Bernardo. Dos modificaciones más metieron el Jerez Industrial, con hasta seis caras nuevas respecto al partido en Chapín. Más de medio equipo. Aun así, el partido discurrió por una trama realmente parecida, casi idéntica, a la que se presenció hace apenas tres días. El resultado, de hecho, acabó siendo el mismo. Aun así, la versión ofrecida por la Roteña en el Manuel Bernal sentó el indicio de un equipo aun en desarrollo que, poco a poco, empieza a carburar. Contuvo a todo un Jerez Industrial incómodo sobre el campo, y encadenó sucesivos acercamientos de cara a portería. Luis Lara, metido en una auténtica batalla con los centrales por cada balón, contó con remates de cabeza nacidos, especialmente, de una banda derecha donde Raúl estaba entrando hasta línea de fondo con relativa facilidad, aunque sin poder precisar. Ante la detección de la vulnerabilidad del Jerez Industrial para defender ese carril, Carlos Camacho dio entrada en el descanso a Javi Zafra, un extremo con mucha habilidad en el uno contra uno, para intentar romper la igualdad con la que había finalizado la primera mitad.
El extremo roteño surtió de balones al área, donde los delanteros pudieron conectar remates sobre la portería de Samu, que tuvo que intervenir con buenas acciones para repeler cada acometida iniciada por los rojillos, pero no pudo hacer milagros. Tras una carambola de rechaces en el interior del área, donde los industrialistas se defendieron como gato panza arriba, Dani Sáiz acertó a rematar al fondo de la portería con un remate raso pegado al palo ante el que no pudo hacer nada un Samu totalmente batido. El Manuel Bernal estalló de éxtasis. Todo el banquillo saltó de felicidad con un gol que supuso más que un simple movimiento de un dígito en el marcador: era la liberación de una presión intensa que les venía acompañado ante la crítica externa desde el exterior. No le duró mucho la alegría, aun así. La expulsión de Maikel por doble amarilla, espoleó al Jerez Industrial a volcarse en ataque ante el momento de debilidad de la Roteña que tan solo se encomendó a una falta al borde del área que provocó Álex Expósito, para amarrar un resultado que se le podía escapar. No acertó entre los tres palos Jairo Romero y el arreón del Jerez Industrial se intensificó con el paso de los minutos hasta que, en la acción más inesperada, Dani Ramírez se sacó un latigazo ante el que nada pudo hacer Jairo Ruiz, ante la madeja de piernas rojillas que cubrieron todos los huecos habidos y por haber, excepto ese. La felicidad, ahora, se cambió de bando. Ahora era el equipo visitante el que celebraba un punto que parecía perdido. Y, la Roteña, la que lamentó la pérdida de dos puntos en un final trágico de partido.