El PSOE ha votado a favor después de que el PP aceptara suavizar el texto original, renunciando a exigir de forma inmediata la captura de Cubillas para ponerlo a disposición de la Audiencia Nacional o de convocar al embajador venezolano para protestar por la posible connivencia del Ejecutivo venezolano con ETA.
CiU, PNV, UPyD y CC también han apoyado la moción, mientras que IU y BNG la han rechazado tras acusar al PP de querer “injerir” en la política interna de Venezuela con ánimo “neocolonial”
El texto pide al Gobierno que exija a las autoridades venezolanas la máxima cooperación política y judicial contra la banda terrorista, en especial en el caso de Cubillas, cuya orden de extradición ha solicitado la Fiscalía General del Estado.
También se solicita a Caracas “investigar, con la firmeza debida, los casos de cooperación, connivencia, apoyo, financiación o entrenamiento de cualquier grupo terrorista que haya acontecido en Venezuela”.
En vez de convocar al embajador venezolano, Isaías Rodríguez, se opta por solicitar al Gobierno que le informe sobre los autos de la Audiencia Nacional acerca de la actividad de ETA en el país sudamericano.
No obstante, se reclama defender “el buen nombre y la imagen de las Fuerzas de Seguridad del Estado ante cualquier ataque, venga de donde venga, que ponga en duda el carácter democrático en la lucha contra el terrorismo”, después de que Rodríguez llegara a insinuar que pudo haber torturas para que dos presuntos terroristas confesaran que fueron adiestrados en Venezuela.
En los otros dos puntos del texto, se insta al Ejecutivo a “continuar redoblando” los esfuerzos en la lucha antiterrorista y a ser “vigilante ante los santuarios presentes o futuros” de ETA.
Se reclama defender los intereses de los españoles sin renunciar a “unas relaciones internacionales diplomáticas fluidas y correctas” con Venezuela.
A pesar del acuerdo con el PSOE, el diputado del PP Francisco Ricomá ha censurado la condescendencia del Gobierno con Chávez después de las pruebas que apuntan a su permisividad con la acción de ETA en territorio venezolano.
“España no tiene más mejillas que poner para encajar los caprichos del presidente venezolano”, ha aseverado.
Ricomá ha animado a la nueva ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, a “recuperar la imagen y la credibilidad” de la política exterior española “dilapidadas”, ha dicho, por su antecesor, Miguel Ángel Moratinos.
Desde el PSOE, su diputada Elena Valenciano se ha felicitado porque el PP haya aceptado el acuerdo en aras de mantener la unidad en la lucha antiterrorista.