El sector ganadero de Almería afronta un desafío significativo con la implementación del nuevo RD 159/2023 de Bienestar Animal. Esta normativa, que amplía la superficie mínima por animal de 0,65 a 0,74 metros cuadrados, ha ocasionado una reducción considerable en la capacidad de engorde de las explotaciones porcinas. Según ASAJA-Almería, esta medida resulta en una disminución de unas 180 plazas por explotación, equivalente a una pérdida de 5.400 euros por nave.
El impacto es notable en Almería, principal productora de ganado porcino de capa blanca en Andalucía, con un 33% de la producción regional, según recoge Teleprensa. La provincia cuenta con aproximadamente 610.000 animales, distribuidos en 200 explotaciones y alrededor de 370 naves de engorde. La mayoría de los ganaderos están integrados en empresas que proveen asistencia técnica, lechones y alimentación, mientras que ellos se encargan del cuidado y engorde de los animales.
La presidenta de ASAJA-Almería, Adoración Blanque, subraya la importancia de implementar medidas de apoyo para que los ganaderos puedan recuperar su potencial productivo, especialmente considerando el alto coste de ampliación de las instalaciones. La situación se agrava debido al aumento del coste de construcción de nuevas naves y la complejidad de los trámites administrativos, lo que dificulta la expansión de las instalaciones existentes.