La Mesa del Agua de Almería ha elevado su voz ante el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, para demandar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico la "reparación y puesta en marcha" de la desaladora de Villaricos, paralizada desde 2012 tras ser afectada por una riada. Esta infraestructura, conocida como "la desaladora de la vergüenza", lleva más de once años sin funcionar, lo que ha intensificado la crisis hídrica en la Comarca del Almanzora. "Ya no se pueden admitir más retrasos ni más excusas", enfatizan desde la Mesa.
Durante la reunión, se puso de relieve la situación crítica que atraviesa la provincia de Almería, con 5.000 hectáreas de cultivo abandonadas y un panorama desolador para los cultivos de primavera. La sequía en la zona se describe como "muy preocupante" y "muy grave".
Además, la Mesa del Agua ha solicitado "agilidad" para aprobar la cesión de derechos entre la Acequia Real del Júcar y Aguas del Almanzora, una gestión que describen como un mero "trámite administrativo" que no requiere de obras adicionales, sino simplemente de una autorización gubernamental.
También se ha hecho hincapié en la importancia de establecer un cronograma detallado sobre el avance de las obras del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía, así como en la urgencia de construir una nueva desaladora en el Poniente almeriense y embalses en la Comarca de Níjar para garantizar el almacenamiento de agua ante la persistente sequía.
La Mesa del Agua de Almería está compuesta por una amplia representación de agentes sociales y económicos de la provincia, incluyendo federaciones de regantes, comunidades de usuarios de aguas, asociaciones agrarias y colegios oficiales de ingenieros, todos unidos en la lucha contra la sequía y en la búsqueda de soluciones sostenibles para la gestión del agua en la región.