Lula declaró en una reunión que la propuesta que Castro hizo en su presencia durante su visita a Brasilia la víspera fue “una sorpresa” y la consideró un “paso positivo” en dirección a un posible inicio de diálogo entre EEUU y Cuba.
Representantes de la disidencia rechazaron la propuesta. Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, indicó que las declaraciones del general Castro “ponen de relieve la falta de independencia de los tribunales en Cuba”.