El Jueves Santo de Almería, uno de los días que más hermandades realizan su Estación de penitencia (hasta cuatro), llegó como un bálsamo para los cofrades almerienses que llevaban viviendo unas jornadas previas muy dificiles de lluvia, viento y frío. La noché acompañó, e incluso en algunos tramos haciendo incluso algo de calor, aunque la jornada empezaba a primera hora de la tarde cuando la Hermandad del Encuentro iniciaba su procesión desde el barrio de Ciudad Jardín dirigiéndose al esperado encuentro que se realiza en la Plaza Circular y que cientos de almerienses esperan congrados en este punto.
Unas horas más tarde, en torno a las siete y media, se producía uno de los momentos más importantes de la Semana Santa de 2024 con la salida de la Hermandad de Rosario del Mar desde el Santuario de la Patrona. Y es que esta cofradía presentaba uno de los estrenos más importantes de los últimos años a nivel patrimonial con la incorporación de las imágenes secundarias en su paso de misterio. Estas imágenes fueron compradas a la Hermandad del Buen Fin de Sevilla ya que fueron realizadas por Luis Álvarez Duarte, imagenero de los dos titulares de la corporación, Nuestro Padre Jesús de las Penas en el abandono de sus discípulos y María Santísima del Rosario del Mar. Cuatro imágenes que hacen alusión a tres de los apóstoles y a un romano acompañaron por primera vez a la imagen del Señor de las Penas y la expectación era altísma. El Señor además estrenaba túnica bordada adquirida también para este acontecimiento que presentó uno de los ya grandes pasos de misterio de la ciudad.
Cabe mencionar que a pesar de la buena tarde-noche que se estaba quedan en el casco histórico de la ciudad, la Hermandad decidió recortar parte de su recorrido más icónico como es su paso por la Alcazaba debido a los vientos que en esta zona de la ciudad si se podrían producir. Una decisión que finalmente no salió del todo bien ya que a pesar de evitarlos, si se produjo un cruce en la Plaza San Pedro con la Hermandad de las Angustias que iba camino de la Compañía de María para finalizar su estación de Penitencia. Un parón que según algunos cofrades puedo mantener a la cofradía parada entre media hora y cuarenta y cinco minutos sin poder avanzar y es que la cruz de guía de Rosario del Mar llegó a este punto al poco de pasar la de las Angustias, por lo que tuvieron que esperar el paso de todo el cortejo de su hermandad vecina para poder continuar hasta el Santuario.
Por su parte la Hermandad de las Angustias llenó Almería de la solemnidad que les caracteriza con un numerosísimo cortejo de nazarenos y una puesta en escena tremendamente cuidada con puntos realmente bellos como su paso por la Plaza de la Catedral o la misma entrada en la Compañía de María. Bien es cierto que la Hermandad si debe trabajar en el andar de la Virgen de las Angustias, una dolorosa muy característica siendo la única Piedad de la capital.
Por último, la Hermandad del Silencio, última cofradía en ponerse en las calles de Almería, volvió a deleitar al público almerienses con su particular puesta en escena acompañado de lo imponente del paso del Señor de la Rendención en su descendimiento y la dulzura de la Virgen del Consuelo. Una cofradía con un personalidad arrolladora que sin duda pone el colofón a un Jueves Santo en el que el tiempo acompañó, permietiendo a todos los cofrades disfrutar de la jornada.
