La 'operación Pizzo', desarrollada en Cádiz, Barcelona, Pontevedra, Sevilla, Málaga y Canarias, se inició al detectarse a un grupo organizado que se dedicaba a la introducción en Canarias de hachís procedente de Marruecos y que, previamente, había sido desembarcado en las costas de Algeciras y Cádiz.
Según ha informado la Guardia Civil, los investigadores averiguaron que el grupo, dirigido por un gallego y un vasco, introducía la droga en la península utilizando motos acuáticas y embarcaciones neumáticas.
Una vez que la mercancía había llegado a la costa, el hachís se escondía en almacenes de seguridad antes de su distribución en la península y en las Islas Canarias por medio de vehículos provistos de dobles fondos.
Una segunda célula de la organización, asentada en Canarias e integrada por ciudadanos italianos, financiaba la adquisición de la droga cometiendo robos en viviendas o con dinero falso proveniente de Italia y que llegaba a España a través del Puerto de Barcelona.
El grupo adquiría pequeños productos con los billetes falsos y se quedaba con el cambio que el comerciante les entregaba.
En una de los controles a los que fue sometida la organización en el Puerto de Barcelona fue interceptado un vehículo procedente de Italia que transportaba ocultos en su interior 16.000 euros en billetes falsos.
Con la detención del grupo asentado en Canarias se han esclarecido hasta el momento trece robos cometidos en viviendas de las islas.
Durante la operación, la Guardia Civil ha incautado 1.400 kilos de hachís, cinco vehículos, 16.000 euros falsos, veinte teléfonos móviles y diversa documentación que está siendo analizada.
Las investigaciones han sido llevadas a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil con sede en Canarias, el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Costa Teguise (Lanzarote) y agentes de Algeciras, Barcelona y Pontevedra.
