Tres de los cinco integrantes de este grupo -rechazado por los Gobiernos central y vasco- ofrecieron ayer en
Bilbao una rueda de prensa en la que limitaron el tiempo destinado a las preguntas y en la que explicaron que la creación de este grupo obedece a “la invitación de determinados agentes” vascos, que no concretaron, para
ayudar en un proceso de paz en Euskadi.
“En este momento no tenemos ninguna petición para ETA, lo que estamos haciendo en este momento es desarrollar este proceso”, afirmó la baronesa norirlandesa Nuala O'Loan, que compareció acompañada por el que fuera secretario general de Interpol entre 1985 y 2000, Raymond Kendall; el profesor suizo experto en
derechos humanos Pierre Hazan y el propio Currin.
A la primera reunión del grupo, celebrada el lunes en la capital vizcaína, no asistieron los otros dos integrantes del GIC: la criminóloga inglesa experta en la prevención de la tortura Sylvia Casale y el israelí Alberto Spektorowski, quien fue asesor del ministro de Asuntos Exteriores de Israel Shlomo Ben-Ami durante las negociaciones de paz con los palestinos de 2000.
O'Loan explicó que las líneas de trabajo del grupo serán las de “promover y hacer posible la legalización de Sortu, de acuerdo con la Ley de Partidos”.