Los astronautas Steve Bowen y Al Drew concluyeron con éxito la primera de las dos salidas previstas durante la misión STS-133 del Discovery, en la que realizaron trabajos de mantenimiento en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Pero además, tenían otra curiosa tarea, la de introducir en un cilindro metálico una muestra del vacío del espacio, que traerán a la Tierra cuando acabe su misión para exponerlo al público.
La misión forma parte de un experimento de la Agencia de Exploración Espacial de Japón denominado Mensaje en una botella, cuyo objetivo es crear un punto de conexión único entre el espacio y la Tierra, así como la humanidad presente y futuro.
La primera sesión extravehicular comenzó a las 15:46 GMT, casi media hora antes de lo previsto y duró seis horas y treinta y cuatro minutos, en las que cumplieron todas las tareas que se les habían asignado, informó la NASA.
“Gran trabajo”, dijo el Centro de Control de Houston a los astronautas cuando volvieron a la esclusa Quest, donde tienen que permanecer para adaptar los niveles de nitrógeno de su cuerpo y evitar problemas de descompresión.
Durante su paseo espacial, los astronautas trasladaron un módulo con una pieza de bombeo a una plataforma de almacenamiento externa. Además, colocaron una cámara en la estructura central de la estación espacial, que permitirá grabar las operaciones del transbordador Endeavour en abril.
Bowen, que lucía un distintivo rojo en su traje espacial para diferenciarse de Drew, lideró la caminata durante la que también instalaron un cable de prolongación eléctrica del módulo Unity al Tranquility.
Durante esta operación los astronautas tuvieron un problema con el brazo robótico con el que estaban trabajando que retrasó la misión unos 30 minutos, el tiempo que tardaron en reiniciarlo desde dentro, pero que no impidió concluir las tareas.
Los especialistas de misión Nicole Stott y Michael Barratt supervisaron las tareas de sus compañeros desde dentro, junto con el comandante de la Expedición 26 de la EEI, Scott Kelly.
Esta ha sido la 154 expedición espacial en apoyo técnico del complejo orbital y en total se han dedicado 967 horas y 39 minutos a las labores de montaje y mantenimiento.
Para Bowen, que realizó tres paseos espaciales en la misión STS-136 en noviembre de 2008 y dos en la STS-132 en mayo de 2010, fue su sexta salida.
Sin embargo, fue la primera aventura fuera de la estación espacial para Drew, que según informó la NASA, se convirtió en el astronauta número 200 en salir al espacio.
Drew participó anteriormente en la misión STS -118 y tiene 3.500 horas de vuelo en más de 30 tipos de aeronaves.
El Discovery ha llevado hasta la EEI el Módulo Permanente Multipropósito Leonardo, que va cargado de piezas de repuesto, la plataforma Carrier 4 y al androide Robonaut 2, que dentro de unas semanas y trasladado al laboratorio Destiny.