Prisión para los acusados del asesinato del macrobotellón

AgenciasSevilla | La jueza de instrucción 1 de Sevilla decretaba ayer prisión incondicional sin fianza para un hombre de 33 años, acusado de la muerte de un chico en una macrobotellona el pasado 25 de marzo en Sevilla, mientras que el juzgado de Menores ordenaba el ingreso en un centro del segundo implicado, menor.

Según fuentes judiciales, la magistrada decretó el ingreso en prisión del acusado pese a que éste negó haber apuñalado a la víctima, de 24 años, o haber participado en un incidente previo entre dos grupos de jóvenes en el que alguien rajó las ruedas de un coche.

El detenido tiene 33 años y es un obrero de la construcción en paro residente en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), donde vive en la misma barriada que el menor de edad que desde el fin de semana cumple internamiento preventivo en un centro de menores acusado del homicidio.

Según su relato, él no participó en el apuñalamiento ni lo presenció, y que cuando se dio cuenta el agredido estaba caído en el suelo, por lo que ayudó a introducirlo en un coche en el que fue evacuado del lugar de la macrobotellona, el Charco de la Pava de Sevilla, donde se habían concentrado unos seis mil jóvenes.

Además, y según han informado a los periodistas fuentes del caso, el detenido aseguró que “no sabe nada” del incidente previo en que que habrían pinchado una rueda del coche de un primo del fallecido. En su declaración, también puso de manifiesto que el menor ingresado en un centro de menores por estos hechos “era conocido del barrio” de San Juan donde vivía.

Las fuentes señalaron que, en su declaración policial, el mayor afirmó que después de que se cometiera el crimen, escuchó que el menor implicado podía ser el autor del apuñalamiento mortal. Las actuaciones se encuentran bajo secreto sumarial y por ello la defensa del acusado ignora las pruebas que la Policía tiene contra él, pero en su declaración aseguró que no estaba borracho, que llevaba tiempo en dicha botellona y que se había acercado “de visita” para saludar a unos amigos al lugar donde se produjo el apuñalamiento.

Sin embargo, fuentes judiciales han concretado que la descripción de los testigos podría coincidir con el acusado: alto, corpulento y con tatuajes en muñeca izquierda, antebrazo izquierdo y bíceps derecho.

Incidentes a las puertas del juzgado

La citación judicial del mayor implicado congregó a numerosos medios de comunicación a las puertas de los juzgados. A la salida del edificio de los juzgados, el detenido comenzó a gritar “no soy el asesino” a los fotógrafos y cámaras de televisión que esperaban.

En ese momento, seis o siete amigos suyos que le esperaban en las afueras de la sede judicial comenzaron a increpar a los profesionales e incluso intentaron impedir su trabajo.

Estos jóvenes intentaron empujar a los cámaras de televisión y uno de ellos llegaron a colocarle una prenda de ropa sobre el objetivo para impedirle realizar su trabajo tomando imágenes.