Un retablo que emociona. Los trabajos de conservación y restauración del retablo mayor de la parroquia del Sagrario de la Catedral de Sevilla han culminado, tras seis meses de intervención en una intervención integral que han realizado un equipo de siete conservadores e investigadores.
“Viendo este retablo uno se emociona por la belleza y calidad. El sevillano, el creyente y el que no cree, entra en este lugar e invita a la oración por la fe le invita al recogimiento por la contemplación de la belleza”, ha valorado Manuel CotrinoEste jueves se ha presentado la culminación de un proyecto promovido por el párroco Manuel Cotrino y sufragado por la parroquia del Sagrario, que ha contado con la colaboración técnica de la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural, coordinada por el párroco Antonio Rodríguez. Los técnicos de la delegación de Patrimonio de la Archidiócesis de Sevilla, Antonio Gamero y Agustín Martín, han coordinado los trabajos.
El actual retablo mayor (1665-1669) es obra de Francisco Dionisio de Ribas, que realizó la estructura; Pedro Roldán, como autor de las tallas; y Valdés Leal, como autor de su policromía.
Los trabajos se han centrado en las esculturas policromadas, carpinterías artísticas y elementos decorativos policromados. Se ha intervenido in situ, ya que algunas de ellas están adosadas directamente sobre el muro. Puntualmente, se han desmontado algunas de ellas para ser intervenidas.
Destaca la escena central de La Piedad, por la composición de un conjunto considerado como una de las obras cumbres de Pedro Roldán.
El proceso comenzó con la limpieza general del dorado, con el objetivo de unificar las limpiezas previas, así como la retirada de barnices oxidados en los elementos ornamentales de la estructura arquitectónica del retablo. Paralelamente se procedió a la limpieza de todos los conjuntos escultóricos, incluidos los ángeles, el relieve de la Verónica y el gran relieve central.
La restauración coincide con la celebración este 2024 del ‘Año del escultor Pedro Roldán’, con motivo del cuarto centenario de su nacimiento. En este templo fue bautizado.
De esta manera, se ha puesto en valor un importante bien inmueble, devolviéndole la unidad estética a todo el conjunto artístico. Sevilla recupera así el retablo de una de las iglesias de mayor majestuosidad.
“Viendo este retablo uno se emociona por la belleza y calidad. El sevillano, el creyente y el que no cree, entra en este lugar e invita a la oración por la fe le invita al recogimiento por la contemplación de la belleza”, ha valorado Manuel Cotrino.
“El retablo sigue dando el mensaje de amor hasta el extremo que nos muestra Cristo muerto en los brazos de su Madre y que nos habla de cómo las personas tenemos que vivir desde el amor. Se ha hecho un esfuerzo para restaurar una obra que mantiene vivo el mensaje de evangelización”, ha explicado Antonio Rodríguez.
El restaurador Agustín Martín reconocía que es “una obra de una calidad técnica increíble, que merecía esta intervención integral”.
Ha dicho: “No sólo hemos disfrutado de la intervención, sino que hemos redescubierto las técnicas de grandes maestros como Francisco Dionisio de Ribas, Pedro Roldán y Valdés Leal. Son tres grandes autores del Barroco que seguimos redescubriendo y estudiando su técnica para seguir disfrutando y compartiéndola con los demás”.
El sábado, 7 de septiembre, a las 12:30 horas, se celebrará una Misa de Acción de Gracias, con la que se presentará, oficialmente, la restauración.