Las dos primeras medidas “que adoptará el PP el primer día de gobierno”, concretó Marín, están encaminadas a “abaratar la ciudad” y para ello propone bajar las tasas e impuestos municipales relacionados con la instalación de empresas hasta un 50 por ciento y “eliminar la tasa conocida como de los arbolitos” (impuesto de Incremento Patrimonial Urbano Municipal), “una tasa que los ciudadanos están hartos de pagar por unos árboles que nunca se ponen”.
Siguiendo con la idea de atraer a las empresas hacia Chiclana, el PP se compromete a hacer efectiva la licencia de apertura de nuevos establecimientos en el plazo de cuatro meses y realizar las soluciones técnicas en infraestructuras “imprescindibles y menos costosas”, así como pagar por parte del Ayuntamiento y durante seis meses el 50 por ciento del recibo de autónomos a todos los trabajadores autónomos que se establezcan en el municipio.
Entre las medidas presentadas por Marín también se encuentran un registro de locales en alquiler para facilitar la negociación entre propietarios e interesados, una campaña a nivel nacional para dar a conocer estas medidas, la creación de un vivero de empresas, cursos de formación “interesantes” para trabajadores y empresarios y apertura de una oficina de atracción y fomento de la inversión, y otra de orientación laboral.
Completa la docena de medidas la pretensión de que “los grandes proyectos que se lleven a cabo en el municipio sean cubiertos por trabajadores chiclaneros, aunque legalmente es difícil”, admitió Marín.
