Estas piedras, indican desde el Ayuntamiento, “suponían una incomodidad para el baño, por cuanto ocupaban una extensión de playa de masiva afluencia de bañistas durante la temporada estival que acaba de comenzar”. Doce operarios, ayudados por un tractor y dos traíllas, han invertido tres jornadas en las labores. Incluso parte de esos trabajos se han realizado durante la pasada madrugada del día 22, “al objeto de no perjudicar la actividad de los bañistas y usuarios de La Barrosa”. Con especial atención se ha tenido en cuenta la necesidad de respetar las denominadas “rocas madres” que sirven de anclaje a los bancos de arena en el perfil de mayor influjo mareal.
En cuanto a la prestación de servicios e infraestructuras de las que ya disfrutan bañistas, veraneantes y usuarios de la playa en general, a los habitualmente planificados en el Plan de Explotación de Playas, hay que sumar, como principal novedad, la instalación de una carpa y el material correspondiente para el baño de discapacitados en Sancti Petri, con lo que esta playa gana así en accesibilidad. En lo que respecta a hostelería y restauración, un total de 21 chiringuitos ya han sido instalados, estando aun pendiente el Bongo, que ha solicitado su instalación en los próximos días.
Banderas y certificados
El delegado municipal de Playas, Nicolás Aragón, quien informó a los medios en La Barrosa de las actuaciones realizadas, volvió a destacar que no hay ningún motivo para pensar que La Barrosa va a disponer de menos o peores servicios por no contar con la bandera azul. “No hay argumentos para que este año a La Barrosa se le haya privado de este distintivo, ya que entendemos que todos los requisitos que se exigían estaban debidamente cumplimentados y La Barrosa no ha visto disminuida sus prestaciones”. Sobre las garantías de calidad que presenta la Barrosa subrayó que “tenemos que hacer que los ciudadanos conozcan el valor real que tiene la Q de Calidad, que sí es un distintivo verificado y auditado; una auténtica garantía que requiere de la implicación de todos los sectores que tienen influencia en hacer grande esta playa”.
El cumplimiento de las normas de cada una de las certificaciones obliga al municipio chiclanero a acreditar una constante mejora, ya que su mantenimiento está supeditado a la visita anual de auditores independientes que verifican la mejora de instalaciones, calidad de aguas y arena, servicios, gestión de residuos, etc..