El tiempo en: Almería
Sábado 28/12/2024
 
Publicidad Ai

Almería

Condenan al copiloto de una patera "semihundida" con 14 migrantes rescatados en Níjar

Fueron rescatados "in extremis" dado que se encontraba a la deriva y con la popa "semihundida" en el momento en el que fue hallada por Salvamento Marítimo

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Salvamento Marítimo. -

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la condena de cinco años de prisión para el copiloto de una patera ocupada por 14 migrantes de origen marroquí que fueron rescatados "in extremis" dado que se encontraba a la deriva y con la popa "semihundida" en el momento en el que fue hallada por Salvamento Marítimo.

El alto tribunal andaluz rechaza el recurso de apelación impulsado por la defensa del acusado y mantiene la condena por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, toda vez que deduce testimonio ante los juzgados de Almería ante los indicios de un posible delito de falsedad documental en relación a su acta de nacimiento.

En este sentido, descarta el papel del acusado como "cómplice" de los hechos por dedicarse únicamente al repostaje de la nave o a manejar el GPS, ya que el delito cometido no contempla, en base a la jurisprudencia, la coautoría material y la complicidad.

Para el TSJA, el acusado y su cómplice "hicieron lo posible para llevar a efecto la arriesgada travesía marítima a bordo del cascarón de nuez" en el que transportaban a las 14 personas que abonaron cantidades de entre 6.500 y 7.000 euros para tener un lugar en la barca.

Con ello, observan que la suma de las dos funciones --el timón por un lado, y el control del GPS y el repostaje, por otro-- permitió que la embarcación avanzase en su travesía por mar para llevar a los 14 pasajeros marroquíes "hacia su sueño de entrar en España" en una "clara conducta de ayuda a la inmigración ilegal".

El acusado organizó junto con otra persona ya enjuiciada así como con terceros desconocidos el viaje desde las costas de Argelia. Así, días antes del 25 de mayo de 2023 comenzaron con los preparativos para llevar "de forma clandestina" a los migrantes hasta España, de modo que permanecieron ocultos en una vivienda de Orán antes de iniciar la travesía que partió sobre las 1,00 de la madrugada de una playa cercana a Mostaganen.

Los ocupantes de la patera abandonaron las costas argelinas a bordo de una embarcación de apenas dos metros de manga propulsada por un motor de 115 caballos capitaneada por el compinche del acusado y este, quien realizaba funciones de auxilio mediante el manejo del GPS y el repostaje de la embarcación.

Antes del inicio, el acusado requirió al resto de los migrantes que arrojasen la documentación que portaban al tiempo que ocultó su rostro con pasamontañas para no ser identificado.

Cuando llevaban varias horas de travesía el motor comenzó a fallar, por lo que la velocidad disminuyó y entró agua en la embarcación. Debido a que no funcionó la bomba, todos los ocupantes de la patera tuvieron que achicar agua "de forma manual", al tiempo que arrojaron por la borda algunos bidones de gasolina, prevista para repostajes, para aligerar el peso, "viéndose obligados a detenerse hasta en tres ocasiones".

RESCATADOS "IN EXTREMIS"

Pese a dichos esfuerzos, el motor finalmente se paró y la patera quedó a la deriva durante varias horas hasta que una embarcación de recreo que pasaba por la zona dio aviso a Servicio Marítimo, lo que permitió a los migrantes ser rescatados por la Salvamar Spica sobre las 12,25 horas del mismo día a unos 3,71 kilómetros de la costa de San José, en Níjar (Almería).

En el momento del rescate, todos los migrantes se encontraban agrupados en la zona de proa de la embarcación, ya que la zona de popa "se estaba hundiendo, siendo rescatados in extremis".

La sentencia da cuenta además de la precariedad y riesgos en las condiciones del viaje dado que, entre otras cuestiones, el casco y la hélice del motor de la embarcación estaban "muy deteriorados" y afectaba a su flotabilidad, por lo no estaba capacitada para realizar un trayecto que supera las 85 millas náuticas.

Asimismo, carecía de equipo de salvamento como chalecos salvavidas para todos los ocupantes, balsas o aros. No contaba con balizas de señalamiento ni bombas de achique en estado útil, así como tampoco con comida ni bebida para los ocupantes, que compartían espacio con tres o cuatro garrafas de combustible de 30 litros cada una, con el consiguiente riesgo de deflagración.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN