Desde su introducción en Europa tras el descubrimiento de América, el tomate ha atravesado por numerosos cambios y transformaciones, una evolución que aún no ha concluido gracias a iniciativas de mejora genética como la que se desarrollan bajo los invernaderos de empresas como la almeriense Agrinature Indálica.
Su fundador e ingeniero agrícola, Francisco López, señala a EFE que el objetivo de esta mercantil es el de obtener soluciones naturales agrícolas para todo tipo de cultivos; con productos hortícolas libres de compuestos y residuos químicos, ofreciendo soluciones naturales para la protección de cultivos y nutrición vegetal.
“Se creó en 2002 para la producción de productos residuo cero, esto es, que no contengan químicos para tratar la planta y los frutos estén limpios de estos residuos. Fue en 2010 cuando decidimos comenzar también un proyecto de mejora genética”, explica dentro de uno de los invernaderos en los que se cultivan variedades precomerciales y comerciales.
“En este lateral tenemos del orden de 300 números diferentes, con entre 8 y 10 plantas cada número, para ver por primera vez qué es lo que sale, si es más bonito o más feo, si es bueno o si tiene ventajas para seguir en el futuro. Si de todos esos nos quedásemos sólo con cinco, ya habríamos triunfado”, asevera.
Una labor de cruce que precisa de un importante número de personas que polinicen las flores para conseguir un nuevo individuo, sin contar el tiempo y cuidados que precisan para su desarrollo, claro.
Variedades de tomate suelto, ramo y tomates negros de la familia Mulato, tomates cherry, de cuello verde, pera, los gruesos GGG, y los marmandes, asurcados o tipo raf como el ‘Rafito’, son sólo algunas de las que han pasado por sus manos para desarrollar nuevos productos.
“El ‘Rafito’, al que llamamos el raf del verano, se vende en cantidades muy importantes en Israel, ya que este mercado se enamoró de esta variedad. Somos una empresa pequeñita, de capital almeriense total, y nos toca competir con compañías mundiales del mundo de las semillas. Afortunadamente sacamos cabeza y tenemos variedades que son líderes del mercado”, dice.
Más resistentes
“En la agricultura hay problemas muy graves, sobre todo en el tomate, debido a la virosis, el virus del fruto rugoso. Si tu tomate no tiene resistencia a este virus, puedes quitarte de en medio, por lo que es una materia en la que se trabaja muchísimo”, apunta López.
Además de buscar frutos más resistentes, la intención de esta empresa es también la de encontrar aquellos que ofrezcan mejores características organolépticas, y hacer una “raza única” que sume las mejores bazas de otras preexistentes.
“En variedades comerciales tenemos del orden de 12 o 15 líderes del mercado”, reitera el ingeniero, quien enumera nuevamente a rivales con los que se baten a diario, como Singenta o BASF.
El tomate
La superficie invernada andaluza supera las 39.000 hectáreas, siendo Almería el principal exponente del sector, al concentrar más del 84 % de la superficie andaluza, seguida de la Costa de Granada con algo menos del 10 %.
Almería y Granada exportaron durante la campaña 2022/23 a la Unión Europea un total de 372.283 toneladas de tomate por un valor económico próximo a 704 millones de euros, lo que supone el 92% de las exportaciones realizadas desde ambas provincias.
