Los primeros resultados del ensayo clínico de Fase III de la vacuna denominada RTS,S muestran que esta vacuna contra la malaria protege en gran medida a los niños africanos frente a la malaria clínica y grave.
Después de un seguimiento de doce meses, el ensayo, realizado en once centros de investigación repartidos en siete países del África subsahariana, ha mostrado que tres dosis de RTS,S reducen un 56 por ciento el riesgo de que los niños sufran malaria y un 47 por ciento en el caso de la malaria grave, según el artículo.
"Se trata de una gran noticia, pero es fundamental mantener la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas para luchar contra la enfermedad", dijo Pedro Alonso un epidemiólogo español cuyo equipo realizó las investigaciones durante la última década.
"La Organización Mundial de la Salud emitirá una recomendación para el uso sólo en 2014 ó 2015 porque hay que tener los resultados completos", añadió Alonso en una teleconferencia. "Hay que ver si la eficacia se mantiene en el tiempo o decae".
"Hay que entender los mecanismos clave para ver por qué la vacuna funciona en alrededor de la mitad de las veces y no en el resto", dijo el investigador.
"Ésta es una primera generación y no la vacuna definitiva, y el impacto final se verá en los próximos dos o tres años", añadió.
Las investigaciones fueron llevadas a cabo en el Centro de Investigación de Salud de Manhiça (CISM) de Mozambique y el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) perteneciente al Hospital Clínico de Barcelona y a la Universidad de Barcelona.
Los investigadores en todo el mundo han buscado durante más de dos décadas una vacuna contra la malaria, una enfermedad a la que está expuesta la mitad de la humanidad y por la que mueren cada año más de un millón de personas, en su mayoría niños menores de cinco años de edad en África al sur del Sahara.
Los resultados de la Fase II de la vacuna se publicaron en 2004 y los nuevos datos confirman las conclusiones anteriores sobre seguridad y eficacia, indicó en una conferencia de prensa Tsiri Agbenyega, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Ghana.
Los resultados de la Fase III implican la prevención de decenas de miles de casos de malaria, añadió Agbenyega en una teleconferencia auspiciada en Seattle (EE.UU.) por la Fundación Bill y Melinda Gates.
Regina Rabinovich, directora del programa de enfermedades infecciosas en la Fundación Gates que aportó fondos clave para la iniciativa de la vacuna contra la malaria, señaló que no es claro que una eficacia del 47 por ciento haga de ésta una vacuna lista para la comercialización.
Andrew Witty, ejecutivo principal de la firma farmacéutica GlaxoSmithKline asociada al desarrollo de la vacuna, dijo que durante décadas muchos expertos en sanidad han creído que era imposible la inmunización contra una infección parasitaria.
El empresario añadió: "Estamos acostumbrados a ver vacunas que tienen una eficacia del 98 al 99 por ciento contra las enfermedades comunes en Occidente".
"Pero es importante que no nos fijemos sólo en los porcentajes, sino también en el impacto potencial absoluto de la vacuna", agregó. "Obviamente, seguiremos trabajando para mejorar la eficacia de la vacuna pero éste es un buen comienzo".
La vacuna la desarrolla la firma GSK y el año próximo se conocerán los resultados de una prueba con niños de seis a 12 semanas, una información muy esperada por las autoridades sanitarias que preferirían inmunizar a los infantes cuando reciben las primeras vacunas.
Witty dijo que GSK explora la producción y distribución de la vacuna al costo más bajo posible, y que su compañía se ha comprometido a venderla a un precio igual al costo de producción más un cinco por ciento. Esa ganancia se reinvertirá en la investigación de la malaria.