Los trabajadores que presan sus servicios en las oficinas centrales del Grupo Jale, sitas en la calle Larga, 48 informan a la opinión pública de la situación que viven pues, como explican en un comunicado de prensa, “las empresas por las que estamos contratados, Inverluna S.L e Inmobiliaria Amuerga S.L se encuentran en concurso voluntario de acreedores desde 2008, y desde la llegada de los nuevos administradores concursales a finales de 2011, en sustitución por los anteriores, destituidos por presuntas irregularidades, no recibimos nuestros salarios”.
En concreto, apuntan que se les adeudan cuatro nóminas completas, ya que desde la fecha señalada no se han pagado ninguno de los servicios necesarios para mantener la mínima actividad necesaria para liquidar las sociedades concursadas. La situación, confirman “es dramática para muchas de las familias afectadas”. Además, los afectados añaden que “el pasado 28 de marzo firmamos un ERE extintivo de nuestros contratos de trabajo, con la esperanza de que fuera la forma más rápida de acabar con esta injusta situación”. Pero por el momento no tienen noticias al respecto.
Todo ello agravado por el hecho de que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) sólo cubre cinco meses de sueldos impagados, y están a punto de sobrepasar el límite y “perder el resto de nuestras nóminas”.
Por otro lado apuntan a que “la política de austeridad impuesta por los nuevos administradores concursales no afecta sólo a las nóminas, sino también a otros servicios básicos como la luz”, que hizo que hace dos semanas se vieran con un corte por impago que les tuvo en el patio de la oficina sin poder trabajar, “la limpieza de las instalaciones, no disponemos de agua, etc”.
Durante este tiempo, indican, han mantenido “una actitud pacífica y conciliadora”, pensando en la pronta solución de este conflicto, pero ahora confirman que “la situación ya es bastante dramática”.
