El anunciado plan de ajuste de la Junta de Andalucía, cuyas medidas entran en vigor este sábado para cumplir con los objetivos de reducción del déficit, alentó esta semana un nuevo acto de protesta de docentes y sanitarios, que había sido convocado por la Junta de Personal del Área Sanitaria, que representa a los más de 1.000 trabajadores del centro, y la llamada Plataforma de Docentes de la Serranía, antes de conocerse incluso la entrada en vigor del plan.
Así, este miércoles, unas 200 personas, en su mayoría los funcionarios profesores y médicos, recorrieron las calles del centro de la ciudad para protestar contra la Junta. Y es que la manifestación, la última de otros muchos actos de protesta convocados por profesores y unos u otros sindicatos, sí tuvo por primera vez un claro enemigo común: el Gobierno andaluz. Se evitó, así, cualquier rodeo al señalar directa y abiertamente en el comunicado oficial de esta protesta «a los políticos vividores de la Junta de Andalucía», dijo un portavoz de los trabajadores, un sanitario, durante la lectura del más duro comunicado de estas semanas. Los empleados habían conocido horas antes que el decreto de ajuste afectará a las nóminas de julio: «En la Junta no hay progresistas, sino chorizos», rezaba esa comunicación, que proseguía: «Valderas y Griñán mantienen el estatus de la mafia», llegaba a afirmar el documento. Al fin, los empleados públicos se quejaron porque «no se haya recortado en cosas innecesarias como en las subvenciones a partidos y sindicatos y sí se pretenda recortar a los funcionarios», se dijo.
La manifestación partía también esta semana desde la estación de trenes, y recorrió todo el centro de Ronda, hasta alcanzar la Plaza del Socorro. Pitidos, golpes de cacerola y sirenas acompañaron los cánticos de los manifestantes, a quienes había sido entregada al inicio de la manifestación una relación de lemas, en pequeñas hojas, contra el presidente de la Junta o contra los recortes en sueldos de personal. La aprobación del decreto de ajuste esta semana, sin dudas, mantuvo viva la protesta.
De momento no se han anunciado nuevas protestas concretas en Ronda, si bien el comunicado de la marcha advirtió que «no nos quedaremos quietos». Según informaron los convocantes, los funcionarios están dispuestos a llevar el plan de ajuste ante la justicia para intentar impedir su entrada en vigor. Además, se pidió apoyo a «los políticos honrados y honestos del parlamento andaluz» para que voten de manera contraria al plan de ajuste durante el periodo de su tramitación parlamentaria.