El Gobierno de Grecia ha superado la cuestión de confianza que se ha debatido este domingo en el Parlamento, con el voto favorable de los 179 diputados que forman parte de los tres partidos políticos que integran la coalición gubernamental.
Había pocas dudas de que el Gobierno de Antonis Samaras conseguiría superar la cuestión de confianza, ya que cuenta con el respaldo de los legisladores de Nueva Democracia, del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) y de la izquierda moderada, DIMAR.
Durante los tres días de debate parlamentario previos a la cuestión de confianza, el primer ministro, Antonis Samaras, se ha comprometido a acelerar el plan de privatizaciones y de reformas estructurales para garantizar la entrega de la ayuda de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De esta forma, el Gobierno ha moderado su tono, ya que al principio de se andadura, el pasado mes de junio, anunció que solicitaría a la troika --Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE) y FMI-- cambios en las condiciones del rescate.
"No queremos cambiar los objetivos del plan de rescate", ha aseverado Samaras. "Hemos estado diciendo lo mismo durante mucho tiempo: la única forma de evitar la bancarrota y una salida del euro es a través del crecimiento y de la inversión", ha matizado.
Por su parte, el líder de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), Alexis Tsipras, se ha mantenido firme en su crítica a las condiciones impuestas por la troika. "El rescate es un crimen político y económico que se ha impuesto a Grecia", ha denunciado en el debate parlamentario.
Además, ha acusado al Gobierno de rendirse a la influencia de Alemania. "No sois pro europeos, sois 'merkelistas'", ha dicho, en alusión a la canciller alemana, Angela Merkel. "Berlín llevará a Europa hacia la disolución", ha advertido.
En respuesta, Samaras ha acusado a Tsipras de "aterrorizar" a los inversores con su retórica antirescate y le ha acusado de formar parte de lo que ha denominado "el lobby de Drachma", en alusión a los 'indignados' griegos.