De la teoría a la práctica, de los entrenamientos a los partidos oficiales. Atrás quedaron los entrenamientos, las probaturas y las consignas. Ahora es el momento de plasmar sobre el césped lo trabajado en los partidillos de pretemporada y en los calurosos entrenamientos. Y es que “comienza lo serio”, tal y como el propio técnico Mere advertía a los suyos antes de la sesión de ayer martes.
Es la ocasión para ir metiendo en tensión a los suyos y vayan asimilando que el estreno liguero está a la vuelta de la esquina. No cabe duda que la ilusión ante lo que está por venir, alienta a que ésta responda ante un plantel confeccionado al milímetro. Comenzar en los primeros partidos de forma satisfactoria, puede empezar a marcar el camino a seguir en nueve meses de competición.
Sin titubeos y con la intención de marcar pronto la senda de una temporada que promete más igualdad que nunca, y de la que se presenta como única para poder dar la sorpresa en el mes de mayo.
Sentar las bases con una cimentación fuerte en pos de conseguir una permanencia cuanto antes. Nada de aplazar el objetivo ni de acrecentar innecesariamente una apuesta, que si bien pinta color esperanza, la humildad y el trabajo deben seguir siendo la filosofía que se termine por imponer.
La claridad de ideas han sido acogidas para que el proyecto tenga un desenlace feliz. A tres días para que levante el telón liguero, se ultima los detalles para comenzar con buen pie a domicilio. Luego tocará hacerlo por partida doble en Valdelagrana (Alcalá y San Roque).
Plan de viaje
El primer partido de Liga también coincidirá con uno de los desplazamientos más largos del campeonato. Los 321 kilómetros que separan El Puerto de Pozoblanco obligará a que la expedición racinguistas tenga que preparar un viaje a conciencia.
Está previsto salir en autobús a las 12 del mediodía del sábado para almorzar en La Carlota, ya en la provincia cordobesa, y a unos 100 kilómetros de la ciudad pozoalbense. El partido ha sido fijado para las 19.00 horas.
