La Confederación Andaluza de Empresas de Alimentación (CAEA) ha asegurado este lunes que las empresas de alimentación son "exquisitas" cumplidoras de la legalidad en cuanto a la rotación de productos en sus supermercados por la caducidad y ha asegurado que "no tiran alimentos" ya que o los devuelven a los proveedores o los donan a bancos de alimentos.
Fuentes de la confederación han dicho a Europa Press no entender la denuncia ante la Fiscalía de Sevilla para que se detenga la práctica de arrojar alimentos de primera necesidad a la basura días antes de que caduquen, porque, según han indicado, la rotación de productos es tan alta en este tipos de supermercados de tamaño medio que apenas se caducan productos, y si se da el caso de estar cerca de cumplirse la fecha de caducidad se devuelven al proveedor que "los cambian por otros" o se dona a los bancos de alimentos.
De esta manera, aseguran que los casi 5.000 supermercados andaluces de proximidad que aglutina la confederación "no tiran alimentos" y, en el caso de los proveedores, éste los lleva a incinerar para hacer harina de pienso. En el caso de alimentos que lleguen a estar en mal estado tras varios días, como el pescado fresco, se coloca en unos contenedores "como indica la ley" y se llevan para su destrucción.
CAEA ha indicado que la cantidad de productos que se dona a los bancos de alimentos es alta y depende de la política de cada cadena de supermercados, aunque "no quieran hacerlo público". "Se trata de empresas solidarias y resposanbles con el medio ambiente y socialmente, que cumplen con la legalidad", ha subrayado.
Cabe recordar que el secretario comarcal del Partido Comunista de Andalucía (PCA) y alcalde por IU de La Ronda de Andalucía, Fidel Romero, presentaron una denuncia ante la Fiscalía de Sevilla para reclamar que se detenga la práctica de grandes superficies comerciales consistentes en arrojar diariamente alimentos de primera necesidad a la basura un día o dos días antes de que caduquen.
Romero ha explicado a Europa Press que esta situación, complementada incluso con la instalación de candados en los contenedores por parte de los supermercados, provoca que "personas que no tienen esperanza y que están en una situación crítica no puedan acceder a estos alimentos".
