Decía Pepe Mel elocuentemente en la rueda de prensa posterior al partido de la pasada temporada con cierta ironía que tras el segundo gol de Rubén Castro que daba la victoria en el descuento al Betis ante el Valencia en una remontada épica, la mejor noticia del encuentro además del signitificativo triunfo fue el pitido final del árbitro puesto que con total seguridad después del saque de centro, el conjunto valenciano habría empatado la contienda en una hipotética última ocasión.
Una broma dentro del éxtasis deportivo que se vivió en el Villamarín pero que la historia verdiblanca se colma de crónicas de equipos que arrastraban una calamitosa racha y enfrentarse al cuadro bético representaba salir de la misma con un resultado positivo.
Con sintomáticas estadísticas que reflejan este singular hecho comparecerán los hombres de Pellegrino en busca de ganar su primer encuentro en Liga fuera de Mestalla, algo que aún no han logrado en ninguna de las visitas que hasta ahora han efectuado.
No obstante, es justo también afirmar que dos de las cuatro salidas del cuadro ché han sido al Santiago Bernabéu en la primera jornada liguera y dos semanas más tarde el Camp Nou junto a Mallorca y el derbi valenciano en campo del Levante.
Cuatro desplazamientos en los que únicamente ha sido capaz de sacar un punto de los doce posibles, curiosamente ante uno de los rivales más complicados de los mencionados anteriormente; el Real Madrid. Y es que no no acaba de convencer del todo el equipo valencianista que se está mostrando irregular tanto en juego como en resultados. En cuanto a las cifras, 20 victorias locales, 11 visitantes y 14 tablas es el balance que ostentan en los partidos disputados en Heliópolis. Que no se cumpla pensarán los aficionados béticos aquel ya manido dicho en el fútbol que sostiene que las estadísticas están para romperlas.
