Suma y sigue. Seis jornadas sin perder. 18 puntos ya en la tabla. No se hicieron ocasiones de gol, pero se dejó la portería a cero en un choque ante el líder en el que se jugó 43 minutos con un jugador menos, por la expulsión absurda de José Vega en el minuto 51.
C uando lno se puede ganar hay que empatar. Y para empatar el Xerez hizo un encuentro soberbio. Durante 56 minutos jugando once contra once y durante 53, haciéndolo en inferioridad por la expulsión de José Vega. El Xerez sabía lo que quería hacer desde el inicio del encuentro. Le dio el campo al Elche, se parapetó atrás y buscó la salida rápida para contragolpear. En el primer periodo la presión se hacía excesivamente atrás, lo que impedía cortar el balón cerca del área de Manu Herrera y, de hecho, el guardamente franquiverde apenas si tuvo que intervenir. En la segunda parte, con uno menos, el guión estaba claro. Dos líneas de cuatro muy juntitas y Tato, como en una isla, luchando contra la muchedumbre defensiva visitante. No se podía hacer otra cosa. En inferioridad no se podía arriesgar, sobre todo porque parecía claro que un palmo de terreno que se cediese a jugadores como Fidel o Palanca podían ser determinantes de cara al portal defendido, muy bien por cierto, por Chema.
El Xerez sumó un punto, salvó un punto ante un Elche que puso en escena a toda su artillería, que se vio impotente para penetrar por la tela de araña que había montado Esteban y que en los últimos estertores del encuentro lo fio todo a la corpulencia de Powel o de Pelayo, jugadores que salieron en los últimos veinte minutos para intentar noquear a los azulinos. El Xerez incluso se dio la frivolidad de estirarse en los últimos diez minutos y Etxeita estuvo a punto de marcar en propia puerta, pero el balón se fue cejado al poste izquierdo de Manu Herrera.
También el Elche tuvo una ocasión clara en la primera mitad. O dos. En el minuto 30, Fidel, el mejor de los suyos, se metió hasta el palo, como los viejos extremos, y su centro hacia atrás fue desviado por Manu Redondo y Cámara lo salvó sobre la misma cal de gol. Fue un susto tremendo. Cinco más tarde nueva acción de Fidel, pero su pase hacia Coro fue abortado por Chema. Entre el propio Chema y Manu Redondo, ayer titular como central zurdo, impidieron que en el 63 se adelantasen los de Fran Escribá. Fue Coro quien llegó en soledad, pero se cruzó el central y desvió el portero. Ya no hubo más peligro sobre el portal de un Chema que se dio un encontronzado importante con Coro, del que salió mal parado aunque el de Orihuela también supo jugar sus bazas para perder unos segundos precisos y precisosos, porque todo lo que fuese arañar al cronómetro entraba dentro de lo positivo.
Y es que si bien el Xerez dibujó en el primer periodo cuál era su plan de acción en el choque ante el líder, no es menos cierto que en la segunda parte se vio impedido de maniobrar más en ataque al verse en inferioridad numérica. Unas manos, más bien un brazo, de Vega, en un lateral cuando saltaba para impedir el pase de Damián, tropezó con el esférico y el árbitro le enseñó la tarjeta amarilla, que era la segunda, y el equipo se quedó en inferioridad. Hasta ese momento únicamente Vega, de los xerecistas, había visto tarjeta y fue doblemente amonestado en una acción absurda.
