El Unicaja venció sin excesivos problemas (54-67) en la cancha del Lagun Aro GBC, que sigue sin ganar en San Sebastián y que se mostró muy irregular durante todo el partido.
El choque se presentaba igualado a priori porque los donostiarras, tras ganar en Manresa y reforzarse con el estadounidense Taylor, podían sacar provecho del partido europeo entre semana de los andaluces.
Unicaja dejó claro desde el principio que eso no iba a ser así y que su amplia plantilla aguantaba sin problemas las rotaciones de Jasmin Repesa para comenzar a encarrilar el partido con el 12-26 del primer cuarto.
Parecía que el encuentro iba a ser un paseo para los malagueños pero en el segundo cuarto se les olvidó jugar, fallaron todos los triples que intentaban y los guipuzcoanos jugaron su mejor baloncesto para generar ilusión al descanso a una grada enfadada con los árbitros.
Ahí se acabó la historia, aunque antes, con un 36-34, los locales disfrutaron de su única ventaja, pero luego Unicaja, que parecía dosificar sus esfuerzos, se dejó la piel en defensa y rompió el encuentro de forma definitiva en el tercer cuarto para dedicarse a gestionar su renta.
Brillaron en Unicaja Simon y Zoric y sobre todo la enorme defensa que no dejó opciones de tiros claros a un Lagun Aro que no encontró el aro de ninguna manera.
