La todavía seleccionadora del equipo español de natación sincronizada Anna Tarrés pedirá a la Real Federación Española de Natación (RFEN), presidida por Fernando Carpena, un total de 350.000 euros en concepto de vulneración de sus derechos fundamentales como seleccionadora, no renovación del contrato sin motivo claro y por daños a su imagen, ya que consideran que la carta firmada por 15 nadadoras en su contra está relacionada con el ente federativo.
Tras el juicio que ha tenido lugar este martes en el Juzgado de lo Social número 2 de Terrassa (Barcelona), el abogado de Anna Tarrés ha detallado a los medios de comunicación que la indemnización que piden asciende a unos 350.000 euros, en concepto del salario de dos temporadas, más los objetivos ya conseguidos todavía no cobrados (300.000 €), así como por lo daños morales causados por la aparición de la carta (50.000 €), en la que se le tilda de dictadora y se critican sus duros métodos de entrenamiento.
Pese a que su contrato finaliza el 31 de diciembre de este año, Tarrés denuncia que sus funciones como seleccionadora ya no existen, y que como directora técnica que todavía es solo le han encargado la elaboración de tres informes así como la consulta sobre la viabilidad de un 'stage' de la selección inglesa en el CAR de Sant Cugat, tareas "ridículas", según apuntó su abogado. Además, aseguran que ya no tiene su centro de trabajo en el centro de tecnificación y que debe trabajar desde casa.
Y es que la RFEN y su presidente, Fernando Carpena, presentaron el pasado mes de septiembre al nuevo equipo técnico de la selección, con nueva seleccionadora, una vez se comunicó vía telefónica a Tarrés que su contrato no iba a ser renovado a final de año. Carpena asegura que a Tarrés no le han impedido ejercer su cargo, pero no ha entrado en detalle en cuanto a los motivos de su no renovación, tan solo que se debe a motivos profesionales y de una falta de "integración" a sus esquemas de futuro dentro de la federación.
Así, creen que la no renovación es indebida y por ello piden percibir el salario pactado de los dos próximos años, la mitad del ciclo olímpico que acabará con la disputa de los Juegos de Rio de Janeiro de 2016, además de la indemnización por los daños morales y laborales, ya que el entorno de Tarrés asegura que recibieron hasta cuatro ofertas --México, Brasil, Canadá e Italia-- antes de estos sucesos y que, ahora y sobre todo con la publicación de la citada carta, han desaparecido.
CARPENA NIEGA RELACIÓN CON CARTA
En una vista que empezó tres horas después de lo previsto, ya que el proceso previo del acto de conciliación no dio sus frutos, fueron precisas más de tres horas para escuchar a ambas partes, testimonios incluidos por parte de la demanda con la presencia de chicas firmantes de la carta. Carpena, en una larga exposición, puso énfasis en negar cualquier tipo de relación con la escritura y elaboración de la carta en contra de Tarrés.
"Juro solemnemente que no tengo nada que ver con la que se ha montado. No tengo nada que ver con la carta", aseguró un Carpena que lamentó que el caso haya llegado a la prensa primero y ahora a los tribunales, y que añadió que el ciclo deportivo de Tarrés ha sido "extraordinario", aunque pese a ello han querido hacer un cambio de rumbo en la selección, sin dar los motivos que le han llevado a no renovar a la seleccionadora catalana, en el cargo desde 1997 y que ha ganado 55 medallas en grandes competiciones, cuatro de ellas olímpicas.