Como que el tiempo no pasa ni el balde ni gratuitamente, y deja inexorablemente sus huellas en los acontecimientos y en las personas, al Centro Polimédico arcense le faltan unos meses para cumplir treinta años de historia, veintiocho de ellos en un vetusto local de la calle Álamos y desde el 16 de agosto pasado en un moderno y accesible edificio de la calle Doce de Octubre, junto a Cruz Roja y el Centro de Día San Miguel.
Los promotores del centro fueron los doctores José Butrón y Fernando Medina, alergólogo y generalista respectivamente, quienes hoy siguen regentando un servicio modélico que ha conseguido resistir a los tiempos. Y eso es ya es mucho.
El proyecto sanitario abrió sus puertas el 2 de noviembre de 1983, principalmente como centro de reconocimiento de conductores y de urgencias nocturnas, dos servicios inéditos en el Arcos de los primeros años ochenta. Se le incorporaron consultas médicas, de alergia y otras especialidades. La oferta sanitaria de aquella época en Arcos consistía en poco más que la desaparecida Casa de Socorro y el ambulatorio de la Corredera. De hecho, José Butrón era entonces un joven médico titular de la Casa de Socorro, mientras que Fernando Medina prestaba servicio en ambos centros, además de haber estado un tiempo de interino en la sanidad pública.
Desde un principio, tuvieron claro que su centro privado requería de toda su dedicación y de toda su vocación. Partiendo de la demanda de asistencia nocturna, en poco tiempo se hicieron con los primeros pacientes, muchos de ellos vecinos de Pérez del Álamo, San Francisco y de las inmediaciones del centro. Después, se le sumaron otros clientes de los barrios alto y bajo de la ciudad. Algunos se hicieron socios, es decir, que pagaban una cuota mensual; una fórmula que han abandonado con el tiempo coincidiendo con el traspaso del servicio de urgencias a otra clínica local.
“Hemos hecho un viaje de ida y vuelta”, explica Fernando Medina en alusión a las especialidades sanitarias que durante una etapa de Polimédica prestaron a los arcenses: dermatología, traumatología, urología, cardiología… pero que fueron abandonando por la dificultad que entraña mantener estos servicios, sobre todo por la relación demanda-traslado de médicos especialistas. Eso sí, incorporaron una entonces novedosa especialidad de dietética y nutrición que ayudó a numerosos arcenses a tener mejor cuerpo, así como el prestigioso servicio de medicina y prótesis auditiva de Gaes.
Pero la consulta de alergia es aquí la estrella de la corona, un servicio totalmente consolidado y que ha hecho de Polimédica un claro referente por la amplia experiencia de José Butrón. No obstante, y como explica el propio médico, "en Arcos se dan todas las posibilidades de las reacciones alérgicas que afectan al aparato respiratorio y a otros órganos del cuerpo, que normalmente se producen con los cambios climatológicos y la polinización de las plantas: “Podemos decir que tenemos una oferta muy grande desde el punto de vista polínico”.
Por otro lado, Polimédica ha sido y sigue siendo un modelo en el reconocimiento médico para la obtención del permiso de conducir, de armas, de grúas torre, tenencia de animales peligrosos, embarcaciones de recreo y seguridad privada. Estos servicios han evolucionado hasta el punto de realizarse en tiempo real en conexión con la Dirección General de Tráfico, con lo que se puede obtener un permiso provisional hasta tanto no llegue el definitivo. Así, se evitan incómodos trámites a través de Correos, de una gestoría o visitando personalmente la Delegación de Tráfico. Otra ventaja más de las nuevas tecnologías. En este sentido, Polimédica cuenta con una renovada dotación material vinculada al reconocimiento del organismo, sobre todo en los campos de la audición, visión..., y, si llega el caso, para pruebas de corazón, audiometrías, pirometrías, audiometrías en cabinas insonorizadas, etc.
Con su traslado a la calle Doce de Octubre, el centro gana en comodidad para los pacientes y clientes, que disponen de varias bolsas de aparcamiento cercanas, en un entorno que ofrece otros servicios relacionados con la sanidad, caso de Cruz Roja. Además, posiblemente en el futuro el centro de salud de Arcos se ubique en los terrenos del antiguo cuartel de la Guardia Civil. La dificultad para reformar el anterior local hacía que su continuidad en la calle Álamos fuera muy complicada. “Hoy nos movemos en torno a donde podemos aparcar, y había que buscar una zona que diera esas posibilidades”, se justifica el doctor Fernando Medina, quien añade que “todos nos hemos beneficiado de este traslado, tanto los que vienen al centro como los que trabajamos en él”.
En la parte humana, Polimédica tiene una plantilla que consta, además de los mencionados facultativos, de una psicóloga, un director adjunto y de reconocimiento, así como personal administrativo. A ellos se les suman colaboradores como el doctor González, conocido experto en dietética y nutrición, y los compañeros del centro Gaes.
La crisis, que afecta a todo tipo de servicios y empresas, provoca también que surjan nuevas ideas y proyectos más competitivos. En ello está esta collera sanitaria por antonomasia de nuestra ciudad: dos médicos, dos compañeros y dos amigos de siempre que luchan en la vida por algo tan noble y tan necesario como la salud de la población. Aunque el reto de estos tiempos para la mayoría de empresas es mantenerse, en Polimédica revolotean en el ambiente algunos proyectos para mejorar la capacidad y calidad asistencial; es decir, el gusanillo de la evolución que debe picar a todo buen profesional.