El subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, se ha comprometido este jueves a intermediar con estamentos y administraciones con el fin de atender los requerimientos de la familia del joven jiennense Javier Joyanes, que fue encontrado en una zanja en septiembre de 2008 tras asistir a la boda de un amigo en La Calahorra (Granada).
De hecho, Pérez se ha reunido este jueves con familiares y personas allegadas a Joyanes, después de que éstos entregaran en el registro de la Subdelegación 40.000 firmas recogidas en los últimos meses en las que se solicita que "se esclarezca la muerte" del joven, "se admitan todas las pruebas solicitadas al juzgado y se asigne la investigación a la Policía Nacional", según ha informado la Subdelegación.
El subdelegado ha dicho que la competencia de la investigación del asunto recae en el Juzgado que lleva el caso, pero ha trasladado a la familia que, aunque consciente de las limitaciones de las competencias que tiene asignadas, se compromete a intermediar con otros estamentos y administraciones.
El pasado mes de septiembre los padres del joven de 27 años pidieron apoyo al alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, para que fuera el Cuerpo Nacional de Policía el encargado de continuar investigando el caso, toda vez que no están conformes con la labor de la Guardia Civil al haberse acreditado con dos informes periciales que el joven murió atropellado y no por una caída por un barranco.
Según el abogado de la familia, Manuel Gutiérrez Collado, el último informe lo ha llevado a cabo el prestigioso forense Luis Frontela, quien considera que el varón fue golpeado por un vehículo y que, por contra, no murió como consecuencia de una caída accidental por un terraplén de cinco metros de altura, donde fue hallado el cadáver, según apuntan los informes de la Benemérita.
De esta forma, según el letrado, este último informe daba "un vuelco a todo". El documento fue ya entregado al Juzgado de Instrucción número 2 de Guadix (Granada), que ya ha dado traslado del mismo a la Fiscalía, para propiciar la apertura de nuevas líneas de investigación en este caso que lleva ya abierto cuatro años después de que tuviera lugar el fatídico suceso.
El informe de Frontela indica que la víctima fue atropellada por un coche cuando volvía a su hotel desde un salón de bodas poco antes de las 5,00 horas del 7 de septiembre de 2008. Según este documento, el vehículo le golpeó por las piernas, lo lanzó a la calzada y le pasó por encima. "El cuerpo quedó en el suelo en posición de cúbito lateral izquierdo y el vehículo que causó el atropello pasó por encima del cuerpo".
Además, el perito asegura que "al menos dos personas" se encargaron de transportarlo hasta dicho terraplén en un coche casi con total seguridad, si bien dejaron marcas en muñecas y tobillos al hacerlo. Es más, considera que eran personas "conocedoras del terreno" las que arrojaron a la víctima a la rambla.
Hasta la fecha, en el caso no hay imputados. La autopsia del Instituto de Medina Legal señalaba que había muerto por una caída, estableciéndose que el fuerte golpe que sufrió sobre una cadera destrozó al joven. De su lado, la Benemérita consideró que el joven salió de la boda bebido, se despistó en el camino hacia el hotel, atravesó un barbecho y acabó cayendo por una zanja cuando iba a oscuras y hablando por el móvil.