El teniente de alcalde delegado de Hacienda, Luis Ángel Fernández, ha desvelado los primeros datos de la auditoria contable y de gestión que está llevando a cabo la empresa KPMG por encargo del equipo de gobierno, en los que se refleja que la deuda total del Ayuntamiento a fecha 30 de junio de 2011, en la que accedió el PP al gobierno municipal, ascendía a 246 millones de euros. “Se trata de una cantidad mucho más cercana a la que nosotros barajábamos, y que situábamos en 250 millones de euros, que la que estaba reconocida”, recuerda Fernández.
Esta cifra recogida en los documentos facilitados por la empresa se desglosa en 158 millones de euros correspondientes al apartado de las obligaciones; 82 millones de euros de deuda bancaria; y otros seis millones que no estaban reconocidos, lo que sumado asciende a 246 millones.
El delegado de Hacienda ha manifestado que los datos “vienen a ratificar que el Ayuntamiento estaba en bancarrota, y que fue muy complicado llegar hasta Navidad, lo que se logró gracias a las medidas que se adoptaron y que se siguen adoptando, y que están llevando a que la situación se reconduzca”.
La auditoria sigue su curso, aunque ha entrado ya en la recta final. Según Fernández, está terminado el estudio relativo a la parte contable, pero aún continúan los concernientes a la gestión, donde se enmarcan asuntos tales como el swap que suscribió el Ayuntamiento con una entidad bancaria, el blindaje del gerente de Algesa, o los locales de la Gerencia de Urbanismo.
Fernández ha indicado que cada día aparecen nuevos casos, y citó como ejemplo “de gasto innecesario” el Plan Estratégico que el gobierno anterior encargó a una empresa de Cataluña y que costó 100.800 euros. “De ese trabajo no queda nada porque fue absolutamente inservible, pero ahora hay que pagar gran parte de ese invento, ya que sólo se abonaron 40 mil euros, quedando 60 mil pendientes que la empresa reclama por vía judicial”.
