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Sábado 29/06/2024
 

Jerez

"El Festival es el mayor proyecto cultural de Jerez"

Isamay Benavente fue directora de producción del espacio escénico del Villamarta y en junio de 2008 fue nombrada por la Fundación nueva directora gerente del Teatro. Desde su puesto lidera el trabajo del Festival de Jerez

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  • Isamay Benavente

—A pesar de la crisis hay festival
— Tiene que haber festival precisamente como medida contra la crisis. El festival es el principal proyecto cultural de la ciudad, utilizando al flamenco, que es nuestra seña de identidad, como industria cultural y utilizando todo el poder que tiene de convocatoria y su fortaleza de atracción para el público extranjero para generar riqueza con el turista y atraer ingresos para la ciudad.
— Para colmo el estreno fue con una producción propia del teatro.
— Es toda una declaración de intenciones. La producción ha sido sencilla y el principal atractivo de la función es los solistas que la conformaban. Toda una generación en torno a los 30 años que ha sido reconocida por el crítica, el público. Artistas locales o de fuera que han sido revelación o premiados por sus trabajos. Mercedes Ruiz, Marcos Flores, Laura Rozalén, Olga Pellicer y la maestría de Blanca del Rey. Es nuestra seña de identidad, darle su sitio a la gente que va a ser el futuro del baile flamenco y también de reconocimiento a esa pasado, a ese momento esplendoroso y una de las figuras emblemáticas es Blanca del Rey sin ningún género de dudas.      
— Este año, como novedad, el Festival sale a la calle.

— Nosotros siempre hemos tenido ocupados otros espacios de la ciudad, en ese sentido que le decía de que el festival es una industria cultural, tiene un fuerte poder de atracción turística y queremos dar a conocer no solo el Teatro Villamarta sino, por qué no, otros espacios de la ciudad como el Alcázar, la Sala Compañía, las bodegas, la Sala Paúl. Para un extranjero llevarlo a ver un espectáculo o a dar una clase de baile dentro de una bodega no deja de ser una cosa muy singular y específica del Festival de Jerez. Pero este año, además, hemos querido acercar el festival a la gente que no puede o que, de momento, no está interesada en acudir a un espectáculo y para que lo viva vamos a bailar en la calle el sábado 2 y el sábado 9 y vamos invitar a bailar al que se le apetezca. Tenemos dos coreografías colgadas en nuestra página web para que el aficionado o quien quiera participar lo haga. Se llama flashmob y es también un llamamiento a varias ciudades donde hay academias que también quieren sumarse a la misma hora a bailar esas coreografías.
— Proyectar el flamenco y el festival fuera de Jerez a una misma hora
— Hay muchas academias de baile que son seguidoras de estas maestras. Las protagonistas este año de las coreografías son Mercedes Ruiz y María del Mar Moreno, representando también un poco a los dos barrios de la ciudad, Santiago y San Miguel y esas dos artistas han creado una bulería, María del Mar, y unos tangos, Mercedes. Van a bailar en la plaza pero esas artistas trabajan en el mundo, van a dar clase en todo el mundo. Esa gente que trabaja con ellas en sus ciudades y a la misma hora van a bailar esas coreografías.  Sí, es una forma de expandirnos por el mundo.
— También se quieren expandir los artistas. Lo digo porque parece  que  buscan Jerez para estrenar sus nuevos espectáculos..
— Sí, cada vez hay más artistas que vienen a estrenar aquí porque hay muchísima crítica nacional e internacional, se llevan el dossier de prensa de su paso por el festival. Pero es que además en dieciséis días pasan muchas cosas y muchos espectáculos, por lo que se ha convertido en una cita imprescindible para los programadores flamencos o de danza. Acuden directores de festivales franceses como los de Lyon, Mont de Marsan, Nimes...,el del Festival de Las Minas de la Unión, que vino a la inauguración, o el del Festival de la Guitarra de Córdoba. En definitiva, otros eventos flamencos nacionales e internacionales aprovechan para ver espectáculos que les pueda interesar para sus programaciones.
— Todos se aprovechan de la sinergia de esta cita. ¿También Jerez?
— Creo que sí. Este año estoy notando que hay muchísimas más oferta off, de bares, tabancos...La ciudad se está volcando en ofrecer su mejor cara, tener los bares preparados, dispuestos, incluso con actuaciones. Las galerías privadas han hecho exposiciones relacionadas con el flamenco. El espacio De la Calle tiene una de Miguel Ángel González, abierta a toda el mundo y relacionada con el baile. La galería Juan Carlos Lamadrid va a tener una de retratos flamencos. La ciudad aprovecha la sinergia para recibir visitas y hacer las mejores propuestas en torno a este arte.
— Los bares, las galerías y también las peñas.   
— Las peñas siempre han formado parte de este festival.
— Antes se quedaba una de guardia
—Son dos cosas distintas. Nosotros promovemos que haya programación en las peñas, colaboramos y pagamos la colaboración y las peñas, con unas cachés muy ajustados, organizan cuadros flamencos de primerísimo nivel. Desde sus páginas le doy las gracias por el esfuerzo que hacen porque es muy importante también y un gran atractivo para el público extranjero poder acudir a las peñas de forma gratuita y por las noches para ver esos espectáculos. Eso ha existido desde la segunda o tercera edición, que fue cuando iniciamos la colaboración. Es una colaboración buenísima y, de verdad, les doy las gracias por el esfuerzo. La peña de guardia era una peña que se quedaba por la noche para recibir a los rezagados. El testigo lo cogió un bar de la ciudad, un bar flamenco, el de Carlos Grilo en la calle Arcos, que acogía a todos los noctámbulos, que no son tantos, pero sí hay algunos que son indestructibles y que aguantan hasta el final. Yo espero que este año ese testigo lo coja cualquier otro bar y que haya un sitio que se convierta en la peña, bar o tabanco de guardia.   
— Me hablaba de cachés ajustados en las peñas y me figuro que también en el teatro. 
— Los artistas han hecho un esfuerzo máximo por poder estar y yo creo que todos.Las Administraciones han hecho un esfuerzo para mantener su apoyo con los mínimos ajustes posibles y los artistas también han ajustado al máximo sus cachés, han aceptado condiciones de pago que hace dos años eran imposibles. Entonces cobraba todo el mundo al acabar la actuación y hoy en día todo eso ha cambiado, no solo en el flamenco sino en el teatro, en la danza, en todo. Es un esfuerzo porque vienes, actúas y posiblemente muchos cabeceras de cartel paguen a sus artistas pero ellos no van a recibir su caché el mismo día. Todos hacen un esfuerzo, artistas, peñas e instituciones porque hay un momento de dificultad máxima y tanto el Ayuntamiento, promoviendo el festival, como la consejería de Cultura, el Ministerio o los colaboradores que han hecho también un esfuerzo tremendo por estar, teniendo más dificultades que otros años. 
— Con los que no existen dificultades es con los cursillistas, más allá de los inconvenientes de enlaces aéreos que ha habido por los problemas laborales del personal de Iberia, porque el número se mantiene        
— Mil, por no decir mil cuarenta o mil cincuenta y siempre a última hora llegan los rezagados. Estamos hablando de 1.100 plazas
— Mil doscientas butacas tiene el Villamarta. ¿Éxito de aforo asegurado también?
—Tenga en cuenta que los cursillistas que están aquí lo quieren ver todo o casi todo. El que llega de Japón, de Canadá o Brasil pretende ver todo lo posible. Si hay cuatro espectáculos al día pretende ver al menos dos, porque quiere llevárserlo todo, ver todo y que su billete le sea lo más rentable posible. La gente que viene tiene un nivel alto y es muy aficionada y quiere ver a los artistas, los nuevos que hay, qué hacen los grandes artistas que pasan por el festival, las nuevas producciones. El espectáculo que menos aforo tiene vendido puede estar entre el cincuenta y el sesenta por ciento, por lo que hablamos de un mínimo de seiscientos o setecientos espectadores en el mismo. Las cifras, de todos modos, las daremos al final porque hay muchos que llegan y los últimos ahorros los gastan en comprar..
— Entradas y, me figuro, que también  recuerdos.
— Esos se venden todos los años. Camisetas, pin.., este año es una peineta que va a tener mucho éxito. Todo el mundo quiere llevarse un recuerdo de su estancia en Jerez.    
— ¿Puede propiciar el festival un turismo de flamenco?

— No puede, lo propicia. Si vienen mil cursillistas ya están dando a que haya mil turistas o más, porque mucha gente no viene sola. Hay personas que vienen con sus maridos y  no toman clase y mientras ella da clase, él está conociendo atractivos de la ciudad. Hay gente, incluso, que no viene a tomar clases. Tenemos por ejemplo dos amigas de San Sebastián que llevan viniendo quince años y que todos los años repiten. Son amigas porque las conocemos de una edición a otra. Personas aficionadas al flamenco que todos los años se reservan unos días para ver los espectáculos y disfrutar.      
— Ya, pero mi pregunta era más no al turismo del festival, sino a uno estable en torno al flamenco.
— Se está consiguiendo más y ese es nuestro reto y el reto de la ciudad, conseguir que ese turismo tenga atractivos todo el año para venir. De hecho yo creo que muchos cursillistas que han conocido la ciudad por el festival repiten en verano y vienen a dar clases con las academias privadas que organizan cursos de verano. Nuestro reto será que vengan en Navidades a ver las zambombas y que vengan durante todo el año.    
Isamay Benavente había hecho un alto en el camino en días de auténtica locura de trabajo. Acaba de atender a otros compañeros de los medios y había hecho un receso en una labor, como la de la organización del festival, que, pienso, no es de hoy para mañana.
— Nos lleva todo el año. Durante todo el año hay una oficina en el Teatro Villamarta que solo se dedica al festival. Los cursos empiezan a organizarse nada más acabar esta edición. De inmediato comenzamos  a organizar las ofertas del año próximo que las presentamos en junio o julio y las matrículas en septiembre. Son cuarenta y cuatro cursos, hay que negociar con cuarenta y cuatro maestros y cada curso lleva un guitarrista y un cantaor a gusto del maestro con los que tenemos que contactar y contratar. Tenemos también que comenzar en junio o julio a ver qué espectáculos vamos a traer y negociar con las compañías, con los artistas, hacer la programación, sacarla, las taquillas. Esto genera muchísimo trabajo. Hay una oficina que se dedica al festival de forma permanente, pero desde dos meses o dos meses y medio antes todo el Teatro está dedicado al festival.
—  ¿Tiene futuro amplio el festival?
— Espero que sí. Me parece que es la demostración que con el flamenco, que es una de nuestras señas de identidad,  donde somos señeros, hay que sacar partido de esa fuerza, de esa singularidad que tiene, porque si se le relaciona con el caballo o con el vino que se le relacione también con el flamenco.
— Este año se relaciona en una experiencia nueva. 
—Efectivamente hay una experiencia con la colaboración de González Byass. Es una conferencia ilustrada con el cantaor Fernando de la Morena de José María Castaño que va a decir qué relación tiene cada palo con cada vino y el enólogo de González Byass va a dar las características del vino. José María Castaño nos va a enseñar, a la vez que saboreamos el vino, las razones por las que el vino tiene relación con un determinado cante. Dentro de nada lo haremos con el caballo, ja, ja,ja.    . — No es la única actividad complementaria de este año
—Precisamente el pasado día 22 hubo otra en la que se relacionaba el cante y la guitarra con el arte plástico. Un artista plástico, a la vez que el público estaba escuchando el cante, estaba pintando lo que, en ese momento, le inspiraba ese cante, y esos cuadros los expondremos en este Festival.
— Un festival que también ha conocido la presentación de trabajos discográficos, como ya se ha hecho con el de Antonio Malena.
—Tenemos este año la presentación de tres trabajos discográficos. Normalmente esos espectáculos iban al espacio del Palacio de Villavicencio pero hay tres trabajos discográficos y los hemos llevado a la Sala Compañía. Al margen del de Antonio de Malena, tenemos otro de Vicente Soto, El Sordera, y el de Joselito Valencia, Joselito de Lebrija,m que ha sido galardonado como el mejor cantaor en la Bienal del Flamenco.
— La Bienal del Flamenco llegará en su momento pero Jerez parece que es el punto de arranque por excelencia  de cada año flamenco
—La realidad es que este festival tiene un nivel increíble desde el punto de vista artístico. Son dieciséis días de mucho nivel en el baile pero también de cante y de guitarra. No me quiero olvidar de la guitarra porque hay tres guitarristas jerezanos que, por cualquiera de ellos, se pelean los cantaores. Tres guitarristas de un nivel de creatividad impresionante como son los casos de Santiago Lara, Ramón Trujillo y Javier Patino Creo que podemos sacar pecho ya que, desde el punto de vista artístico, tenemos un tesoro impresionante con los artistas de la ciudad. 
Sonaba el teléfono en la tercera planta del Teatro Villamarta. La centralista estaba a tope en la planta baja y la entrada y salida de personas era incesante. La actividad no era del cien por cien sino del doscientos por ciento de cara a un evento que marca el comienzo flamenco en España, pero que también es el punto de salida de un año teatral que no se queda en el festival...
—Además de este gran evento tenemos teatro, danza, danza clásica, espectáculos para niños, conciertos corales..., ya hemos puesto a la venta los avances de la programación de primavera, con musicales, como Grease, el Circo de Eolo, una especie de circo infantil que va a impactar, coro de zarzuela...
— Este año no llegará la ópera.
— No podemos traer ópera por las circunstancias económicas del momento. Tampoco podremos hacer producciones propias porque eso implica un esfuerzo económico que, en estos momentos de crisis, es impensable hacer. 
— ¿Este año entonces no hay participación del coro del Villamarta?
—Sí participará en el recital de coros de zarzuela. Nuestro coro estará ahí.
El Festival de Jerez ya es una completa realidad. La calle nota ese ambiente único de un festival que tiene una notoriedad no solo nacional sino internacional. Atrás ha quedado un año de trabajo y a vuelta de días toca comenzar otra vez.

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