El tenista español Rafael Nadal, número cinco del mundo, quiere "probar" la evolución de su rodilla --que le tuvo siete meses apartado de las pistas-- en Indian Wells, primer Masters 1.000 de la temporada, y aseguró que por ahora ha jugado "mucho mejor de lo que pensaba".
"Estoy aquí para dar todo, para hacer mi mejor esfuerzo. Quiero probar mi rodilla en cemento. Parece que los resultados fueron positivos en tierra batida, donde me sentí mejor cada semana, y ahora voy a tratar de hacer lo más difícil", dijo el balear.
Nadal compareció antes de su estreno en Indian Wells --en donde se medirá con el ganador del Soeda-Harrison-- y reconoció que durante su 'tour' sudamericano en polvo de ladrillo ha jugado "mucho, mucho, mucho mejor de lo que pensaba. "En Acapulco jugué un torneo fantástico", admitió.
"En esa final de Acapulco olvidé que llevaba siete meses sin jugar porque disputé una gran final. Jugué, probablemente, uno de mis mejores partidos en tierra batida", añadió Nadal, que se deshizo con suma facilidad de su compatriota David Ferrer (6-0 y 6-2).
"Lo más importante para mí es que la mayoría de los días ha cambiado la dinámica y ahora tengo muchos más días buenos que malos. Eso es algo positivo. Lo único negativo, ahora, es que corregir un movimiento en pista dura es más difícil", añadió.
"NUNCA ME PLANTEÉ LA RETIRADA".
Por su parte, Nadal realizó un repaso a su periodo de inactividad y reconoció que nunca pasó por su cabeza una posible retirada. "Me dolió mucho perderme los Juegos y está claro que no puedo vivir sin el tenis. Me gusta mucho este deporte y me considero un afortunado", dijo.
"Nunca pensé en la retirada, me siento privilegiado por tener la oportunidad de trabajar en una de mis aficiones. Aunque en la vida hay muchas cosas más importantes que el tenis", sentenció el manacorí, que llega a Indian Wells con el torneo de Acapulco y de Sao Paulo en el bolsillo.