Los cuatro acusados de introducir un alijo de más de una toneladas de hachís que han sido juzgados este martes en la sección tercera de la Audiencia provincial de Cádiz han conseguido rebajar las condenas propuestas por el Ministerio Fiscal al llegar a un acuerdo y declararse culpables de la introducción de más de una tonelada de hachís a bordo de dos embarcaciones recreativas que fueron interceptadas por Vigilancia Aduanera.
Los acusados, todos residentes en Sanlúcar, cumplirán penas de alrededor de cuatro años. El fiscal había solicitado para tres de los acusados, Jorge D.M.R., Manuel R.C. y Federico S.G., los cuales no tenían antecedentes por tráfico de drogas, una pena de cinco años de prisión y multa de nueve millones de euros con la responsabilidad penal subsidiaria de 90 días en caso de impago. Finalmente, tras el acuerdo entre los abogados y el fiscal, los tres condenados cumplirán tres años y medio de prisión y la responsabilidad subsidiaria sobre la multa de nueve millones de euros, sobre la que reconocieron ante la sala no poder hacer frente, queda fijada en 30 días.
Para el otro acusado, Alberto A. M., que cuenta con el agravante de reincidente, la petición del Ministerio fiscal se elevaba a los seis años de cárcel y una multa de diez millones de euros con arresto subsidiario de 90 días en caso de impago por el delito contra la salud pública. El acuerdo alcanzado entre su abogado y el fiscal fija la condena en cuatro años y un mes más 45 días de responsabilidad personal subsidiaria por el impago de los diez millones de euros de multa.
La condena que la Audiencia provincial ha dictado para los cuatro sanluqueños responsables de la introducción de un alijo de hachís en las costas españolas incluye el decomiso de las dos embarcaciones que los detenidos emplearon para el transporte de la droga desde aguas marroquíes, varios teléfonos móviles y la droga intervenida, que fue localizada en departamentos ocultos. En total, los agentes de Vigilancia Aduanera encontraron 1,2 toneladas de hachís de diferente pureza cuyo valor en el mercado hubiera alcanzado los siete millones de euros, ya que su fin era el de la distribución al por menor a terceras personas.
ALIJO FRUSTRADO
Los hechos se remontan a agosto de 2011, cuando en una operación conjunta desarrollada por Guardia Civil y Vigilancia Aduanera fueron detenidos Alberto A.M., Jorge D.M.R., Manuel R- C. y Federico S.G., como responsables de la introducción de un alijo de hachís, procedente de Marruecos, en las costas de la península utilizando para ello dos embarcaciones recreativas.
Según recoge el fiscal en el escrito de acusación, los acusados, todos ellos residentes en Sanlúcar, puestos de acuerdo y siendo propietarios de dos embarcaciones deportivas, decidieron usarlas para transportar una cantidad elevada de hachís para su venta a terceros.
El Ministerio Fiscal basó su acusación en que los cuatro acusados contactaron con personas desconocidas, supuestamente marroquíes, que les facilitaron la droga. El 30 de agosto, el helicóptero Alcón IV divisó cómo trasladaban la droga desde una embarcación semirrígida a las dos embarcaciones recreativas propiedad de los acusados, a unas diez millas de la costa de Chipiona. Con apoyo de la embarcación Milano II, los agentes de Vigilancia Aduanera consiguieron interceptar las embarcaciones que se dirigieron a la costa de Chipiona, si bien luego sus ocupantes declararon que su destino final era Sanlúcar.