Si mira hacia atrás en estos 20 años, ¿cuál diría que es el principal logro de la Universidad de Jaén?
–Su credibilidad ante las administraciones, instituciones académicas y sociedad. Ante las primeras, la Universidad de Jaén ha ido consolidando una imagen de Universidad seria, rigurosa, transparente y bien gestionada. La sociedad nos percibe como un servicio público esencial y vital para el desarrollo cultural y socioeconómico.
¿Qué ha significado la Universidad para Jaén y su provincia?
–Ha generado un ambiente de desarrollo provincial diferente. Se ha crecido en el aspecto cultural, en la cualificación de la ciudadanía; se ha posibilitado que personas con talento y sin recursos hayan podido acabar unos estudios universitarios. Hemos generado conocimiento y se ha trasladado a los estudiantes para que piensen mejor y sean más críticos; hemos contribuido a la innovación, a través de la transferencia de conocimiento al tejido productivo; hemos promovido la cultura de la cooperación en el territorio, y seguimos siendo una universidad capilar, que es consciente de su responsabilidad en el territorio.
¿Hacia dónde camina la Universidad?
–Son momentos en los que la Universidad debe reivindicarse como una institución capaz de analizar la situación y aportar soluciones. Estamos sufriendo recortes y vemos cómo no somos capaces de retener a los mejores y mucho menos atraer talento. La Universidad ha de estar en permanente estado de agitación. Las misiones esenciales hemos de hacerlas lo mejor que sepamos. En esta Universidad se han dado pasos de gigante en investigación y hay áreas muy destacadas en el ámbito nacional e internacional. Somos una Universidad muy cercana y esto es fundamental para dar la calidad que aportamos en formación. Tenemos que ir intensificando nuestras acciones en nuevas misiones que nos demanda la sociedad como la inserción laboral, atención a la diversidad, divulgación científica y la transferencia de conocimiento. Y, por supuesto, hemos de hacer más en ejercer el liderazgo social. Todo ello hemos de hacerlo apoyándonos en la planificación estratégica, bajo la cultura de la calidad y evaluación continua, con mayores dosis de internacionalización y anclados siempre en los principios de la responsabilidad social.
¿Para cuándo Medicina?
–El título de Medicina está aprobado por la Junta de Andalucía. Tenemos que finalizar la Memoria, enviarla a verificación y esperar que el dictamen sea positivo. No obstante, en la Memoria, además de un plan de estudios, se recogen los recursos materiales y humanos necesarios para implantar los seis años del título. En el mes próximo, tendremos reuniones para analizar aspectos que nos darán una idea certera de las necesidades de infraestructuras, equipamientos y de personal para su implantación.
¿Los estudiantes que no obtengan un 6,5 de nota deberían desistir de matricularse en la Universidad?
–Es un disparate y el ministro ya ha rectificado. El proyecto de Real Decreto va en contra de algo que debe ser sagrado, como es la igualdad de oportunidades. El acceso a la Universidad hay que facilitarlo. No hemos apostado por una Universidad elitista.
¿Se vivirá un descenso de alumnos por los cambios en becas y tasas universitarias?
–Si no se rectifica, sí.
¿Qué le desea a la Universidad para los próximos 20 años?
–Que progrese, que sea aún mejor, que sea un referente internacional en investigación y en formación de postgrado en algunos ámbitos del conocimiento; que se internacionalice más, que se preocupe por los recursos humanos y que nunca pierda de vista que es un servicio público esencial al servicio de la sociedad, que es el lema que hemos querido trasladar en nuestro vigésimo aniversario.
“Intento que los recortes tengan el menor impacto”
Manuel Parras Rosa, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados, fue elegido rector de la Universidad de Jaén en marzo de 2007 y reelegido en abril de 2011. Desde entonces, asegura que ha intentado, y sigue haciéndolo, que la sociedad confíe en la Universidad, que sea consciente de que son una institución comprometida con la cultura, con la ciencia, con la formación y con el desarrollo territorial.
En este sentido, concreta: “Cuando nos fue posible, apostamos por una política de personal que premiaba el esfuerzo, porque soy consciente que lo que más motiva es la posibilidad de crecer profesionalmente, de tener un horizonte claro de progreso”.
En cuanto a los últimos años, Parras Rosa asegura que están intentando que “los recortes tengan el menor impacto”, a la vez que lamenta que “es evidente que lo está teniendo en la Universidad de Jaén”.
La investigación se está viendo afectada
Manuel Parras reconoce que es un aniversario el de este 2013 marcado por los recortes del Gobierno Central. “Están afectando en varios asuntos capitales como el del personal de la Universidad, ya que la promoción está prácticamente paralizada, así como las contrataciones de nuevo personal, tanto docente e investigador, como de Administración y Servicios”.
El rector recuerda que les autorizan una tasa de reposición del 10 por ciento para el Personal Docente e Investigador, es decir, que de cada 10 profesores que salen al año de la Universidad (jubilaciones), les permiten la entrada o promoción de una persona y nueve no son relevadas. “Una situación peor se vive en el área de la Investigación, donde los recortes presupuestarios han sido brutales, imposibilitando la generación de conocimiento y la contratación de becarios y contratados, que son figuras esenciales para el avance científico”, valora. De ahí que reconozca el “daño” que están haciendo al país es “irreversible” y que “el cambio de modelo productivo es una quimera”.
En cuanto al aumento de los precios públicos a los estudiantes, “en los momentos de crisis y desempleo actuales, tampoco favorecen al desarrollo de la Universidad, porque está habiendo exclusión social”. La partida para becas en España “está muy lejos” de la media de la OCDE.
Manuel Parras afirma que la situación financiera es difícil y que no ayudan a suavizar los recortes anteriores, además de que “imposibilitan un buen desarrollo” de las misiones universitarias. “La calidad del servicio de educación superior que prestamos se resiente”, concluye ante el contexto de recortes que está experimentando la Educación.
