Los accesos a la colonia de Gibraltar, tanto de entrada como de salida, siguen soportando esperas de entre tres y cinco horas. Pese a ello, la llegada de turistas, especialmente durante el fin de semana, no cesa. La tensión que se está viviendo en las últimas semanas está provocando retenciones que España justifica en base a los controles de fronteras, mientras que el Gobierno de Gibraltar critica la política del gobierno de Rajoy, al igual que el PSOE de la ciudad limítrofe de La Línea de la Concepción y muchos ciudadanos.
Fuentes conocedoras del conflicto han asegurado a Europa Press que la situación "no va a variar en los próximos días", salvo que tras la llamada a consultas al embajador español, Federico Trillo, por parte del Reino Unido, se determine una actuación distinta.
Recuerdan las citadas fuentes que "a los vehículos que llegan hasta la verja, y antes de entrar a Gibraltar, se les advierte que hay colas", pero aún así son pocos los que deciden dar marcha atrás. Por último, subrayan las mismas fuentes que "en estos días habrá momentos puntas, a veces se relajan los controles, en pocas ocasiones, y otras se intensifican".
Mientras tanto, los agentes españoles siguen cumpliendo órdenes y sufren el acoso de algunas webs de la colonia que han solicitado 'escraches' contra ellos, ante la condena de las autoridades españolas, comenzando por el ministro del Interior, Fernández Díaz.