El partido mayoritario en la colación de Gobierno, el islamista Ennahda, ha dado una "respuesta positiva" a la propuesta formulada por la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT) para resolver la crisis política, que contempla la dimisión del Ejecutivo en tres semanas.
"Nuestra respuesta ha sido positiva, como una plataforma para el diálogo", ha dicho el alto cargo de Ennahda, Ameur Larayedh, subrayando que, aunque tienen "algunas reservas", están dispuestos a discutirlas con los demás partidos políticos, "probablemente, a partir del martes".
El líder del Congreso por la República (CPR) --socio minoritario de la coalición gobernante--, Emad Daymi, también ha expresado su apoyo a la iniciativa de la UGTT.
Por su parte, la alianza opositora, que incluye a ex altos cargos del régimen de Zine el Abidine ben Alí, todavía está estudiando la propuesta sindical, de acuerdo con fuentes oficiales.
La UGTT dio el pasado martes una 'hoja de ruta' para salir de la crisis política, según la cual el Ejecutivo debe iniciar un diálogo con los demás partidos políticos para formar un Gobierno de unidad que asuma las riendas del país en tres semanas y lo guíe hasta las próximas elecciones.
Túnez, tradicionalmente uno de los países más seculares del mundo musulmán, se enfrenta a su crisis política más profunda desde la revolución que acabó con el régimen de Ben Alí, en enero de 2011, dando el pistoletazo de salida a la llamada Primavera Árabe.
El punto de inflexión fue el asesinato del líder opositor Mohamed Brahmi, ocurrido el pasado 25 de julio, cuando dos hombres armados que iban en motocicleta le dispararon a la entrada de su casa, ubicada en la capital tunecina.
El pasado mes de febrero, el líder del opositor Movimiento Patriótico Democrático Unificado, Chokri Belaid, también fue tiroteado hasta la muerte en la capital tunecina.
La crisis se agravó el pasado mes de agosto, cuando el presidente del Parlamento, Mustafá ben Jaafar, decidió suspender de forma indefinida los trabajos de la Asamblea Constituyente hasta que el Gobierno y la oposición iniciaran un diálogo para superar la actual crisis política.
La decisión fue controvertida, ya que varios parlamentarios y expertos legales argumentaron que no tenía derecho a suspender los trabajos de la Asamblea Constituyente, ya que, conforme a su reglamento interno, solo es posible mediante una votación.