Juan José Uceda como portavoz de Ascteg demanda soluciones para los problemas que se encuentran a diario los trabajadores españoles en Gibraltar. En los últimos años, las largas retenciones de vehículos, e incluso en la última semana de peatones, en la frontera supone el principal problema con el que se encuentran estos trabajadores.
—¿Cuáles son los objetivos de Ascteg en torno a la defensa de los trabajadores españoles fronterizos con Gibraltar?
—La defensa de los intereses de los derechos de los trabajadores fronterizos en todos sus problemas. En el tema de su jubilación, que es discriminatoria con la de un trabajador español; en el tema de las prestaciones, que también es diferente, como embarazo, accidente laboral o enfermedad, por ejemplo; y en el tema de las comunicaciones, en el paso diario por la frontera, que se ha convertido en un tema prioritario porque creemos que reciben a diario un trato humillante, que vulnera sus derechos humanos, produciéndose un claro boicot contra el trabajador español que acude a diario a trabajar a Gibraltar.
—¿Cómo valora Ascteg la situación que se está viviendo en la frontera entre La Línea y Gibraltar en los últimos meses?
—Para nosotros la situación está muy mal, la vemos de forma muy pesimista porque los problemas van aumentando en vez de mejorar. Y además, nos llevamos sorpresas como los de esta semana, donde las colas llegan a durar hasta una hora y media y además ahora se producen en el paso peatonal; y también con los controles a la entrada y salida de la frontera de los llamados boinas negras, que hacen una paradas exageradas. Para nosotros la situación es muy negativa porque vemos que no hay ningún interés por el Gobierno de España en que se mejore la situación, y el problema ya es más grave de lo que pensábamos, principalmente porque predomina el afán de recuperar la soberanía de Gibraltar por encima de todo, y por encima de las personas, las cuales nos sentimos carne de cañón de esta disputa soberanista.
—¿Qué explicación tienen las retenciones en el paso peatonal?
—Dentro de que tampoco le encontramos sentido, nosotros podemos creer que se trata de una consecuencia de la reunión que tuvo el ministro Margallo con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, donde ella le pidió que redujera el tiempo de espera en las colas. Nosotros creemos que a raíz de esta conversación, ya que desde esa misma noche ya nos comenzaron a llegar quejas. El ministro ha querido dar un mensaje a la Junta de Andalucía diciendo aquí el que mando soy yo y el Gobierno de España y las colas estarán hasta cuando nosotros queramos y con la intensidad que queramos.
—¿Qué consecuencias tienen estas retenciones, de vehículos y peatonales, en los trabajadores españoles?
—Primero malas relaciones con España, y luego pérdidas tanto para los empresarios que trabajan en Gibraltar como para el sector económico de La Línea. Además, estas retenciones están acarreando luego problemas entre el trabajador y el empresario, por sus retrasos; e incluso ya desde Gibraltar se están pensando si les convienen o no contratar a españoles.
—¿Qué es lo que le pide Ascteg al Gobierno de España?
—Primero, por una parte, le pedimos que trabaje junto al gobierno de Gibraltar para evitar todas las discriminaciones que sufren una persona por trabajar en Gibraltar en lugar de España, como ya he dicho en torno a la jubilación o las prestaciones sociales, creándose por ejemplo un fondo común entre ambos para paliar estas discriminaciones. Y luego en cuanto a las colas, nosotros lo que queremos es que el paso por la frontera sea un paso normal; si hay que hacer registros que se hagan, y que se cumplan a rajatabla, pero lo que no queremos es que se provoquen esperas injustificadas e innecesarias como están ocurriendo. Queremos que España lleve a cabo el trabajo de vigilancia que sea necesario, pero lo que no entendemos es que el gobierno español utilice las colas y a los trabajadores españoles para hacer presión a Gibraltar. Porque cualquiera puede ver que son colas injustificadas sino como se explica que igual hay dos horas de retención que luego unas horas más tardes ya no hay ninguna cola. Se pueden abrir más vías de entrada y salida, para evitar las colas; o aumentar el número de agentes de las fuerzas de seguridad.
—¿Y en el tema del contrabando?
—Vemos totalmente ineficaz, y por tanto innecesaria, la lucha que está haciendo España contra el contrabando de tabaco, porque además desde que se publicó en el BOE que solo se puede pasar cuatro cajetillas de una vez por la frontera, esto lo que provoca es que la persona vuelva a entrar otra vez en Gibraltar para volver a sacar más varias veces más al día. Los controles paradójicamente han aumentando más el trasiego de personas. Además, tampoco está claro que se pueda poner multas de mil euros por sobrepasar esa cantidad, porque en el BOE no se especifica si es cuatro cajetillas al mes o 4 cajetillas por paso; por otro lado, a los pobres que se ganan la vida con el tabaco, las multas les dan igual, porque saben que nunca la van a pagar y tampoco que nunca van a ser embargados porque no tienen nada. Por otra parte, nos parece absurdo que el Gobierno de España se afane tanto en luchar contra este contrabando cuando en realidad es mínimo si lo comparamos con el resto de España; el tabaco incautado aquí en seis meses equivale por ejemplo al incautado en un día en un contenedor medio en cualquier puerto.
—¿Cómo valora la visita de los inspectores de la Unión Europea?
—Somos un poco escépticos con esa visita, porque no podemos creer que fueran tan ingenuos para avisarla con tiempo. El día que llegaron ya se había realizado una perfecta limpieza de la zona y ese día no hubo ninguna cola; fue una manipulación total. Estamos esperanzados de que esa visita se tuvo que producir a escondidas días antes o después, porque si no, no se explica, y nos tememos que Europa vuelva a mirar para otro lado. De todas formas, estamos esperando su conclusión, aunque ya está durando demasiado.
—¿Está claro, entonces, que Ascteg disiente totalmente de la política sobre Gibraltar del actual Gobierno de la Nación?
—Nosotros siempre hemos criticado esa política de retenciones, incluso con el PSOE también ha habido etapas; pero ahora estamos viviendo una política de dureza, de locura, por parte de un partido de derechas que está obsesionado con Gibraltar, donde parece que todos sus ministros de Asuntos Exteriores sueñan con ponerse la medallita de recuperar Gibraltar, pero todos sabemos que eso ya nunca va a ocurrir nunca, que recuperar la soberanía es prácticamente imposible. Es un problema político que no tiene que afectar a las personas, que es lo que está pasando. Nosotros llamamos a esa política de retenciones de falsos patriotas, porque no se puede defender tu bandera cuando a cambio lo que estás es perjudicando a tus propios ciudadanos, a españoles que están sufriendo la vulneración de sus derechos.
—Del mismo modo, ¿también es reprochable la política que está llevando a cabo el actual gobierno de Gibraltar?
—Nosotros reconocemos que en el tema de frontera Gibraltar nunca ha supuesto ningún problema; pero sí reconocemos que en el tema de los 72 bloques tirados al mar para evitar la pesca fue una actitud provocadora que ha acentuado mucho más la tensión. Pero también tenemos que decir que antes de esos bloques también existían ocho horas de retenciones, que antes del conflicto de la pesca, también existían las colas porque la obsesión con Gibraltar lleva muchos años desde nuestro gobierno.
Entrevista con el Papa
Sobre cuáles son las próximas actividades planteadas por Ascteg, señala Juan José Uceda: “Ya creamos en su día la Mesa por los trabajadores de Gibraltar para solucionar todos los temas fronterizos entre varios colectivos; pero ahora queremos ir más lejos y Ascteg está auspiciando la creación de una Plataforma Internacional Pro Derechos Humanos La Línea-Gibraltar; que va a estar integrada por personas y colectivos tanto de España como de Gibraltar. Por otra parte, también estamos trabajando en presentar nuestras reivindicaciones a Su Santidad el Papa Francisco I, vamos a realizar una recogida de cartas dirigidas a Su Santidad y tenemos la posibilidad de poder entregárselas en mano.