La Policía bosnia ha empleado este viernes cañones de agua para dispersar a los manifesantes que trataban de entrar en el edificio de la Presidencia en Sarajevo en el tercer día de manifestaciones en el país, las peores desde el final de la guerra de 1991-95.
Un periodista de Reuters en el lugar del os hechos ha indicado que dos vehículos y una cabina de los guardias han sido incendiados delante del edificio de la Presidencia.
Horas antes, la Policía bosnia había empleado balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a los cientos de manifestantes antigubernamentales que se habían congregado en la capital.
Las protestas comenzaron el miércoles en la localidad de Tuzla, en el norte, donde los trabajadores se echaron a las calles enfadados por el cierre de fábricas vendidas por el Estado.
Precisamente, en esta ciudad, los manifestantes, unos 6.000, han prendido fuego este viernes a un edificio del gobierno local, según un fotógrafo de Reuters.
Se habían convocado protestas en todas las localidades y ciudades de Bosnia, incluida la capital, en una señal del creciente malestar social por la falta de avances tanto políticos como económicos en el país desde la guerra de 1992-95.
