Obama ya cuenta y mucho en el Gobierno estadounidense y de hecho ya está previsto un contacto con la CIA para informar al primer presidente negro de la historia de EEUU de cuestiones de relevancia que ha de conocer de primera mano.
Resulta obvia la importancia de un traspaso de poderes realizado con la mayor corrección, teniendo en cuenta de que -independientemente de los cien días de tregua que se le suele dar a todo gobernante- el país y por ende el mundo entero están pendientes de la nueva administración Obama y de las primeras medidas que habrá de adoptar.
Fundamentalmente, la principal preocupación es la crisis económica, que se está extendiendo a todo el orbe. España no es una excepción y, soslayando ya al Gobierno de Bush, sería muy recomendable que el presidente José Luis Rodriguez Zapatero se reuniese lo antes posible con su homólogo estadounidense. La situación actual no permite demoras.