El próximo miércoles, a las 18.30 horas y en el hotel El Lago, la Delegación de Urbanismo ha convocado lo que se presume como una macrorreunión con los parcelistas ilegales que se encuentran inmersos en un proceso de legalización de sus inmuebles en suelo no urbanizable. El delegado de Urbanismo, Manuel Erdozain, les explicará cómo marcha este proceso y qué documentación jurídica, técnica y económica tendrán que aportar. Se trata de “un camino que no tiene marcha atrás”, en sus propias palabras, como también de “un hecho histórico” desde el punto de vista urbanístico que acabará con un problema que arrastra, tal vez, demasiados años de antigüedad.
Para esta reunión se llama a un total de 63 asentamientos rurales que abarcarían la zona comprendida entre las ventas El Pavo y la de Jesulín, como se les conoce popularmente; un vasto territorio donde existen auténticas barriadas rurales como El Charcón, entre otras.
Ello supone abordar un 45 por ciento de las viviendas fuera de ordenación, cifradas en unas 1.300; es decir, las incluidas en la primera fase del proceso de legalización al encontrarse en suelo no urbanizable y sin apenas afección sobre la cuenca visual del municipio.
Ya en una segunda fase de regularización entrarían 74 asentamientos más, un 55 por ciento, que en este caso sí afectan a la zona protegida. Cuando este acabe, Urbanismo habrá legalizado 2.800 viviendas en todo el término municipal. Erdozain recordó que todo este proceso no será gratuito para los afectados, que tendrán que abonar al menos un seis por ciento del valor de sus viviendas. En otros términos y según Erdozain, “la legalidad supone un coste”, con lo que también quiere romper con los agravios que se venían dando frente a las personas que han legalizado sus construcciones de manera tradicional.
Urbanismo seguirá convocando reuniones de este tipo, ya después de Semana Santa y en mayo, para seguir abundando en el proceso de regularización. Por lo pronto, el delegado se siente "muy satisfecho" del trabajo realizado por su departamento y que ello esté suponiendo la finalización de un oscuro episodio en el urbanismo arcense.