La presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, recuerda que la violencia machista es un delito público y "por supuesto", conocer un caso y no denunciarlo "podría generar una responsabilidad" penal, porque al guardar silencio, el ciudadano se convierte en "cómplice".
"Todos los ciudadanos tienen la obligación de denunciar un hecho delictivo y el hecho de no hacerlo nos convierte en cómplices. Claro que podría generar una responsabilidad y por eso insistimos tanto en que aunque la mujer no quiera o no pueda denunciar por las circunstancias de estar metida en este círculo de dominación y subyugación, tenemos la obligación de denunciarlo", ha señalado.
En una entrevista con Europa Press, Carmona ha explicado que en su papel como secretaria judicial se ha "encontrado con testigos que no quieren declarar y llevar ellos la voz cantante del procedimiento contra la voluntad de la víctima", pero en su opinión, "es algo fundamental".
"Es que tenemos obligación, es que es un delito público y nos convertimos en cómplices si no hacemos nada", ha señalado Carmona, en relación a la baja tasa de denuncias por violencia de género que tradicionalmente reflejan las estadísticas del Observatorio que dirige por designación del presidente del CGPJ desde hace poco más de un mes.
Estos datos revelan que sólo el 0,5% de las 124.894 denuncias presentadas por estos delitos y faltas el año pasado en los Juzgados de Violencia sobre la Mujer fueron instadas por familiares de la mujer que estaba sufriendo maltrato. El porcentaje se eleva al 1% en el caso de los atestados policiales, una cifra residual en el cómputo total de procedimientos instados.
"Hay que involucrar a toda la sociedad. Es algo absolutamente intolerable y cada vez que seamos conscientes de que hay una mujer sufriendo y no lo denunciamos estamos siendo cómplices de ese sufrimiento", sentencia Carmona.
Para la nueva presidenta del Observatorio, en este proceso de sumar a la sociedad contra el maltrato juegan un papel fundamental los medios de comunicación. En este sentido, considera necesario "formar a los periodistas que están dando noticias sobre violencia de género" e "intentar que la programación de televisión dirigida a los adolescentes no incluya contenidos que minimicen la violencia".
"Cuando voy a dar clases y cursos a adolescentes les digo que una bofetada es un delito castigado con prisión y se quedan sorprendidos. En los últimos estudios con jóvenes vemos que se minimiza la violencia y se normaliza el hecho del control a través de las tecnologías, el aislamiento de las niñas de sus familias y amigas... Estamos teniendo comportamientos machistas otra vez en la juventud y desde el Observatorio podemos hacer mucho", dice Carmona.
En este sentido, incide en la importancia de "difundir que el entorno, la familia, los amigos, tienen que involucrarse, que quien conozca la existencia de una niña o una mujer que está siendo víctima de violencia de género tiene que apoyarla y sacarla de ahí". "Entendemos que la denuncia es importantísima, tenemos que difundir que hay muchísimos recursos, que existe respuesta institucional y la mujer debe confiar en ella", ha señalado.
Para Carmona, esta pérdida de confianza en las instituciones es uno de los factores que ha provocado la quinta disminución anual consecutiva de las denuncias por violencia de género, cuya caída acumula un 12,1% desde 2008, hasta situarse en 124.894 al término de 2013, y por eso incide en el mensaje de que "denunciando se activa el mecanismo de protección y es la única manera de que así sea".